Cuando comienzan las estaciones del frío, los edredones se convierten en grandes aliados contra las bajas temperaturas, pero también en una pieza importante a la hora de decorar, a juego con el resto de elementos que componen la habitación. Debemos atender tanto a las características del dormitorio como al destinatario del mismo, pues, si se trata de niños o jóvenes, puede ser interesante colocar un edredón acorde con su edad. Las propuestas, en todos los colores y estilos, y para todo tipo de públicos, son numerosas.
La ropa de cama tiene un destacado protagonismo en el estilo final de un dormitorio. No sólo cubre la cama, sino que su color y estampado influyen sobre el resto de la decoración. Mientras unos modelos son más sobrios y naturales, otros se llenan de colorido y dibujos.
Un edredón puede ir a juego con otros accesorios que componen la cama, como es el propio cabecero, o las almohadas y cojines. También se puede jugar con combinaciones de colores que impliquen a las cortinas del dormitorio, a la alfombra o a la mesita de noche.
Modelo de edredón en gris y blanco, una elección de lo más elegante, a juego con las almohadas y con una habitación sencilla y sin grandes adornos. El fondo de cabecero negro resalta la belleza de esta composición.
Modelo en color turquesa y gris, una combinación sugerente y sofisticada para un dormitorio moderno y natural.
Por último, este edredón en rojo y blanco con dibujo, una elección acertada y muy atractiva, a juego con el estilo asiático que impregna el dormitorio. El contraste del blanco de la cama y del rojo del cabecero es impecable.
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