¿Quieres crear un espacio distinto en tu cuarto de baño, personalizándolo con detalles cuidados y atemporales? Armaritos, espejos, taburetes y bañeras retro son el mejor complemento para quienes buscan una decoración en la que asoman aires de décadas pasadas. Será como sumergirse en un espacio único, un mundo aparte.
¿Y cómo conseguirlo?, te preguntarás. La cuestión está en la delicadeza de los pequeños detalles, como la mayoría de las veces. Detalles cuidados y pensados, sí, pero con ese aspecto espontáneo que transforma un rincón en un espacio con verdadero encanto.
Taburetes y sillas de mimbre, lavabos blancos y grifería antigua. Y complementos como espejos de aumento, fotografías en blanco y negro o mobiliario con aspecto rústico, son algunas de estas posibilidades. Atención también a las lámparas de araña; en principio te parecerán muy atrevidas para el baño, pero consiguen un efecto de atemporalidad total.
¿Y qué decir de esta bañera? Pues que es una pieza única para personalizar el baño al máximo. El resto del decorado en tonos blancos crea un espacio confortable y exquisito. Tan exquisito como todos los detalles que quieras emplear, por mínimos que sean.