El museo más pequeño del mundo Artículo Publicado el 25.09.2013 por Javi
El hueco de un viejo ascensor en desuso esconde el museo más pequeño del mundo. Y claro una pequeña maravilla como ésta sólo puede estar en esa ciudad única en el mundo, donde millones de personas llenas de increíbles inquietudes habitan, hablamos claro está de la ciudad de Nueva York. Allí tres amigos se reunieron para fundar este inclasificable museo que reúne pequeños objetos cotidianos que uno puede encontrar en cualquier rincón paseando por la gran metrópoli. Alex Kalman y los hermanos Benny y Josh Safdie son unos inquietos personajes de esos que tanto abundan en la ciudad de los artistas, ellos mismos lo son pues llevan ya varios años realizando un heterodoxo proyecto audiovisual que se puede contemplar en su web.
En un viejo y estrecho callejón de la ciudad de Nueva York abre sus puertas este diminuto espacio donde estos artistas que forman el colectivo Red Bucket Films han acomodado este museo tan peculiar.
Seguramente nos choque ver estos objetos cotidianos como componentes de una colección pero hay que hacer un pequeño esfuerzo e intentar entender su punto de vista. El arte está en todas partes, en cualquier producción humana podemos encontrar aunque sólo sean unas leves trazas de arte.
El espacio que ofrecía el hueco de este viejo ascensor ha sido aprovechado al máximo, hasta el último centímetro cuadrado es espacio útil. La exposición se divide en algunas partes permanentes y otras son colecciones que van rotando.
El pequeño museo cuenta incluso con un microespacio dedicado a zona de cafetería y tienda de souvenirs relacionados con el museo, como en todos los museos del mundo.
Los objetos que se pueden encontrar en este museo son de lo más heterogéneo, desde una colección de tubos de pasta dentífrica de todo el mundo hasta el zapato que le lanzarón a Georges W. Bush durante una conferencia de prensa en el año 2008.
Como todo museo que se precie este también cuenta con un horario regular de apertura al público pero en este caso, aprovechando sus reducidas dimensiones se han previsto unas aperturas en la puerta para que el paseante pueda apreciar las colecciones del museo incluso cuando tiene sus puertas cerradas al público.
Fotos: designboom.com