Myriam y Dominique dos artistas de corazón decidieron decir adiós a la vida estresante de París e irse al sur, a la soleada y cálida Nimes. Allí con sus dos hijos fundaron un nuevo hogar en una casa de 1835 que se ha convertido en un estudi-apartamento ya que ambos trabajan en casa. Myriam Balay Devidal es graduada en Bellas Artes de Saint Etienne y se dedica a los textiles. Dominique ha puesto en marcha una radio y realiza su labor también en casa.
El apartamento dispone de altos techos y grandes ventanales que dejan penetrar la luz mediterránea del sur de Francia. En la cálida Nimes, la vida es más relajada que en el frío París, la pareja lleva ya más de diez años viviendo en Nimes. Curiosas las paredes, al parecer al arrancar el viejo papel pintado descubrieron un bello mundo tras él y decidieron dejar las paredes tal cual.
Todas las paredes del apartamento, excepto las de la habitación principal, tienen este aspecto que pretende marcar una especie de provisionalidad permanente. El salón, con sillones escandinavos antiguos y un viejo camastro de campaña como mesa de centro es auténtico vintage.
El dormitorio de invitados, un pequeño escritorio, telas a juego, un biombo que endulza la luz del gran ventanal. Todo un encanto presidido por la lámpara que pende del alto techo. Objetos eclécticos reunidos por la pura sensación, sin pararse demasiado a pensar.
El dormitorio, la única habitación con las paredes blancas, es un suave refugio en la casa. En el suelo un plaid a modo de alfombra y encima un viejo sillón que ha sido renovado con lana en el respaldo por la propia Myriam.
En la habitación de la pareja una escalera conduce a un altillo, colgada en la pared junto a ella, podemos apreciar otra de las creaciones de Myriam.
El cuarto de baño decorado con baldosas hidráulicas de origen marroquí recuperadas protege las salpicaduras de la antigua bañera de hierro esmaltado. Una cesta oriental y un viejo taburete plegable de cuero completan este baño de aire magrebí.
En el pasillo, la vieja escalera de madera actúa como elemento de atracción, junto a ella una simple tira de papel pintado diseñada por Deborah Bownes s actúa de «trompe l’oeil» y contrapunto a la librería real. Un colgante de papel realizado por Myriam inspirado en las creaciones de Paola Navone.
Fotos: waveavenue.com