En la cocina Artículo Publicado el 01.07.2010 por Libelula

En las viviendas primitivas, el fuego era el elemento central y organizador del espacio. Si analizamos el tiempo que pasamos en casa una de las habitaciones de la casa, nos daremos cuenta de que la mayor parte lo dedicamos a la cocina.

El diseño se interesa cada vez más por equipar a las cocinas de elementos de gran funcionalidad y hacer de ellas un espacio amplio y luminoso, aunque a menudo nos preocupamos más por los aspectos decorativos que por los funcionales.

El diseño de una cocina nos exige un estricto proceso de análisis para determinar el usa a dar a este espacio. Tenemos que decidir si nos interesa agrandar la cocina para crear dentro de esta un espacio donde colocar una mesa y unas sillas de uso diario o si preferimos una cocina de dimensiones más pequeñas y un comedor aparte. También debemos tener claro qué electrodomésticos usaremos en la cocina, si tendremos lavadora o si preferimos crear un cuarto o galería par dedicarlo al lavado de la ropa, incluso en viviendas de grandes dimensiones debemos plantearnos la creación de un cuarto dedicado al lavado, secado, planchado y costura. La cercanía de este espacio a la cocina nos facilitará las tareas domésticas.

Para diseñar la cocina que mejor se adapte a nuestras necesidades seguiremos una planificación. Los puntales básicos de una cocina son seguridad, eficacia y economía de movimientos. Cuando hayamos determinado el espacio del cual disponemos definiremos el triángulo de trabajo, formado por las zonas de almacenamiento, preparación y cocción. Este triángulo da lugar a las formas de L o U, que suelen ser características de las cocinas. Los lados del triángulo deben tener una dimensión no menor a 3,50 metros y no superior a 6,50 metros. No deberá haber ningún mueble ni puerta en el recorrido que forman los extremos del triángulo. Tampoco colocaremos la zona de preparación, el fregadero, y la zona de cocción de forma a veces peligrosa. Debemos cuidar también la colocación de los electrodomésticos, especialmente de la nevera o heladera, que tiene que estar alejada de cualquier fuente de calor.

La cocina moderna utiliza múltiples pequeños electrodomésticos, así que pensaremos en ellos cuando planifiquemos la iluminación y seremos generosos en la colocación de interruptores. La luminosidad de los espacios de trabajo en la cocina es muy importante. Cada zona concreta tendrá su propia fuente de luz y un interruptor, de modo que podamos utilizarlas independientemente. Las cocinas abiertas al resto de la casa se utilizan cada vez más. Tanto en estas como en las cerradas debemos cuidar con atención la ventilación, que tiene que permitir evacuar con facilidad los humos producidos por la cocción, al mismo tiempo que es muy aconsejable disponer de una ventana que nos permita tener una ventilación directa al exterior.

La cocina no se basa solo en aspectos prácticos. Al igual que en el resto de la casa debemos darle un ambiente y un estilo propios y tanto los muebles como los utensilios de cocina pueden ayudarnos a lograrlo. Las zonas de trabajo dene estar limpias y vacías para facilitar las tareas que se practican en ellas, pero además es aconsejable crear una zona de exposición a parte donde mostrar una vajilla de especial interés o unos botes de cristal que al mismo tiempo nos permiten almacenar pastas y otros alimentos, dándole así a la cocina un interés estético que escapa de la rígida funcionalidad que domina este espacio.

En conclusión, debes:

Nunca debes: