Las encimeras de granito son una opción clásica en la decoración de las cocinas. Y siguen estando en uno de los primeros lugares en la elección de los usuarios. Son muy duraderas y visualmente muy interesantes. Pero implican una buena inversión económica y uno ha de asegurarse bien antes de elegirlas.
El granito es una roca compuesta por cuarzo, feldespato y mica más una gran cantidad de pequeñas proporciones de otros minerales. La proporción de cada mineral es lo que diferencia a un granito de otro. El cuarzo es el que le da el color blanco y la trasparencia. El feldespato aporta tonos blancos y rosáceos. Los diseños naturales de los diferentes granitos de todo el mundo nos ofrecen una panoplia casi infinita a la hora de hacer nuestra elección.
Cuando queremos elegir un granito para nuestras encimeras hay que ir a la pieza completa, las muestras pueden ser una guía pero también pueden diferir bastante de la piedra real. Visitar las empresas del ramo es la única solución. Y encontraremos verdaderas maravillas naturales para decorar nuestra cocina.
El brillo y el aspecto de una encimera de granito es algo único. Además no pasa nunca de moda. Podemos encontrar una enorme variedad de colores y diseños y difícil será no encontrar el granito que se acomode a nuestra cocina.
Al granito se le pueden dar diversos acabados. Podemos decantarnos por acabados en líneas rectas o curvas. Cantos en ángulo recto o redondeados y bordes con diversos remates. El granito es duradero pero lógicamente no es irrompible. Desde luego es más resistente que otros materiales habituales en las encimeras de la cocina. Ello no elimina la necesidad de usar una tabla de corte para trabajar en la cocina aunque ocasionalmente se puede cortar sobre el granito y no pasa nada.
El granito suele recibir un tratamiento de sellado que impide que las bacterias encuentren espacio donde infiltrarse. Es una superficie muy higiénica y normalmente resistente a manchas y líquidos. Tolera bien que apoyemos sobre él las cacerolas calientes sin ningún problema.
El mantenimiento es muy fácil porque no requiere ninguno. Limpieza habitual y listo. Con el paso del tiempo podría requerir un nuevo tratamiento de sellado pero seguro que antes de necesitarlo lo habremos cambiado junto al resto de la cocina.
El granito además siempre revaloriza cualquier cocina. Si pensamos en vender nuestra casa, el granito en la cocina hará que suba su valor.
Obviamente no todo pueden ser ventajas y si hemos de ser objetivos hemos de echar un vistazo a los inconvenientes del granito en la cocina. Dos de los más grandes inconvenientes es que no es barato, requiere una buena inversión económica y que además es pesado con lo que los muebles deben ser fuertes para soportar su peso.
Otro inconveniente a la hora de trabajar con él es su dureza. Desde luego es difícil que se rompa y claro está ello implica el uso de maquinaria potente para su corte y acabado. Lo cual limita considerablemente la posibilidad de hacer proyectos DIY con él. Es mucho mejor, incomparablemente, recurrir a los profesionales adecuados para que nos preparen la encimera. Como mucho podemos arriesgarnos a colocar las piezas ya cortadas y preparadas sobre los muebles de cocina.
Al ser una roca natural hay que tener cuidado con los productos de limpieza alcalinos y ácidos. Para el cuidado de una encimera de granito basta con agua y jabón. De vez en cuando o tras usar más grasa de lo habitual podemos usar algún limpiador específico para una limpieza más a fondo. Las manchas a base de grasa se quitan bien con una pasta de agua y bicarbonato y si son manchas de agua se quitan bien con agua oxigenada y bicarbonato.