Una idea para celebrar comidas y cenas en el exterior es, si se dispone de un recinto ajardinado, montar una cocina en el exterior. Puede resultarnos muy práctica para hacer grandes barbacoas, por ejemplo, o para ir haciendo la comida al tiempo que los invitados toman algo en el jardín.
La ventaja de estas cocinas es que apenas ocupan espacio, ya que suelen tener lo justo y necesario: un grifo, fuego para cocinar y un pequeño compartimento o neverita para conservar en buenas condiciones los alimentos o guardar las bebidas.
Otra ventaja de cocinar fuera es que el interior de la vivienda no se queda impregnado del olor de los alimentos, especialmente en caso de hacer carne a la brasa, etc.
Algunas de estas cocinas de exterior pueden ser de piedra, como las de las antiguas villas, más apropiadas para el exterior. Pueden estar cubiertas por un techado que las proteja de los fuertes rayos del sol y del mal tiempo.
Estas ideas de organizar un pequeño lugar de reunión junto a la cocina nos puede ayudar a vigilar mejor los alimentos mientras éstos se cocinan, sin necesidad de descuidar a nuestros invitados. La presencia de una chimenea o incluso un horno de leña también puede ser un elemento imprescindible para nuestra cocina de exterior.
Fotos: kitchensporchesmore.com; fireplaceworld.com