Este espacioso apartamento en estilo nórdico es buena muestra de que el estilo nórdico o escandinavo no tiene que ser frío por fuerza. Aquí vemos que gracias a una buena elección de muebles de madera, alfombras, pieles y dos extraordinarias estufas de leña tradicionales se puede crear un estilo nórdico muy acogedor.
La sala de estar es amplia y cuenta con elementos que transmiten calidez además de tener una estufa tradicional nórdica en una esquina.
Estufa que no solo aporta calor sino que se convierte en un elemento importante de la decoración de esta sala de estar.
La pared de ladrillos encalados y la iluminación a base de focos con pantallas de rejilla metálica aporta un toque industrial al conjunto.
Los textiles usados en la decoración de la sala aportan textura y calidez. De igual modo las sillas y demás elementos de madera natural.
Las pieles añaden un poco más de calidez y son un buen contraste a los textiles más ligeros.
La cocina también es espaciosa y aunque está separada se comunica con la sala de estar por una amplia abertura.
Predomina el blanco en la cocina pero matizado por la encimera negra y la pizarra que crean un buen contraste.
La cocina tiene dos zonas de comedor, una más grande para las comidas y un acogedor rincón para el desayuno.
El rincón del desayuno aprovecha el espacio bajo la ventana donde se ha instalado un banco.
Los armarios de la cocina son modernos pero tienen un aire vintage encantador.
Los textiles y el frente de ladrillo encalado son los encargados de aportar textura a esta cocina.
El dormitorio cuenta con una zona de trabajo o estudio muy bien integrada en el conjunto.
La otra estufa de la casa se encuentra aquí, en el dormitorio, y además de caldear el ambiente hace que la habitación sea mucho más acogedora.
El armario empotrado cuenta con unas puertas venecianas que añaden textura al dormitorio.
El ricón de trabajo queda bien disimulado gracias a su blancura, rota tan solo por la pequeña pizarra negra.