Los espejos son un buen recurso decorativo, dan sensación de amplitud, ensanchan la percepción de la realidad e incluso en ocasiones alteran esa percepción. Los espejos tienen una cierta cualidad mágica, reflejan la luz y son una ventana al infinito. Aunque son una superficie plana que refleja una imagen tridimensional nos crean la sensación de profundidad. En decoración se usan sobre todo en espacios pequeños y con pobre iluminación para darnos la sensación de que el espacio es mayor. Al reflejar la luz pueden reconducir ésta hacia zonas más pobres e iluminar los rincones oscuros. Pero los diseñadores también trabajan los espejos para que sean algo más, elementos decorativos por sí mismos. A continuación veremos algunos ejemplos de espejos que son ellos mismos un punto de atracción visual.
El Francis mirror, de Petite Friture es un ejemplo asombroso de cómo un espejo puede ser a la vez funcional y decorativo. El «efecto de envejecimiento» que es como el propio diseñador llama al tratamiento que le ha dado a este espejo produce un bello efecto que resulta muy decorativo. Este efecto se ha conseguido experimentando con distintos pigmentos en el agua. El marco es la mínima expresión para que toda la atención se centre en este original espejo.
El espejo ZigZag es un trabajo de MUT Design y se compone de varios módulos independientes en distintos colores, colocados a 45º crean un degradado de color que acaba en una superficie lisa reflectante. Produce un interesante efecto de repetición de la imagen y es por sí mismo todo un fantástico elemento decorativo que va más allá de la mera funcionalidad.
El espejo eclipse de Bodo Sperlein está realizado con una combinación de corian y cristales swarovski, incorpora iluminación fluorescente que crea efectos de brillos y sombras en el original marco que reproduce la superficie lunar. Otro espejo que trasciende la funcionalidad para convertirse en una obra de arte.
El Fiction mirror que Jean-Marie Massaud diseñó para Glas Italia es sencillamente genial, es sencillo, simple pero muy original. Se basa en una sencilla placa de vidrio degradado, por arriba o por abajo, el degradado hace que el espejo desaparezca en uno de los extremos y quede el cristal transparente. Una idea muy original y muy decorativa.
Fotos: interiorholic.com