Heladeras: el electrodoméstico mas importante Artículo Publicado el 03.09.2008 por Libelula

Pensada para facilitarle la vida a las personas, la heladera ocupa el puesto de las indispensables en el hogar. Gracias a ella es posible mantener a bajas temperaturas todo tipo de alimentos y bebidas. A través de los años, la tecnología hizo posible grandes avances y logró cambios inimaginables en materia de heladeras. Hoy existen en el mercado diferentes tipos que satisfacen cada una de las necesidades y gustos.

Las hay para familias numerosas que requieren un gran espacio para guardar los alimentos. Allí conviene una con doble puerta con un compartimiento para el refrigerador y otro para el freezer. Para la gente joven que no cuenta con ayuda doméstica es recomendable elegir una con un gran freezer para guardar productos congelados que siempre sacan de apuros.
Al elegir la heladera no sólo es necesario tener en cuenta los requerimientos de cada familia, sino también el espacio disponible en la cocina. Estos factores influyen en la decisión y ayudan a definir la compra.
El espacio disponible: Un factor a tener en cuenta al comprar una heladera es el espacio que va a ocupar y el trayecto que tiene que recorrer hasta llegar a la cocina. Es muy importante tomar las medidas de puertas, pasillos, ascensores….Quien previene vale por dos!!!!
Dónde y cómo ubicarla: Encontrar el lugar adecuado para instalarla es una de las condiciones básicas. No colocarlas cerca de fuentes de calor como la cocina, el horno, el calefactor ya que las altas temperaturas perjudican el correcto funcionamiento del equipo.
Es necesario mantener una distancia de, aproximadamente, 5 cm entre la pared y la parte posterior del aparato y prever un espacio mínimo de entre 10 cm y 15 cm entre techo del aparato y el mueble, si éste debe instalarse debajo. El piso sobre el que se coloca la heladera no debe presentar desniveles, si los tiene, solucionarlos regulando las patas, si el modelo lo permite. Si la heladera es vertical, dejar la parte delantera un poco más elevada de la atrás, la puerta quedará ligeramente presionada, cerrando por gravedad y evitando la pérdida de frío.

La conexión eléctrica: en primer lugar es fundamental disponer de una correcta tensiñon de alimentaciñón eléctrica. Al conectar el aparato es imprescindible hacerlo de un enchufe exclusivo. Para mejor funcionamiento, dejar el refrigerador o freezer vacío y con la puerta cerrada funcionando dos horas.
Los cuidados: se recomienda aprovechar el tiempo de descongelamiento para hacer la limpieza. El primer paso consiste en retirar el hielo con una espátula plástica. Pero atención! está prohibido usar elementos cortantes, metálicos o punzantes. En el caso de que se detecte mayor cantidad de escarcha que lo normal, se debería realizar una consulta técnica porque la falla puede encontrarse en los burletes y permiten el ingreso de mayor humedad de lo normal.
Al limpiar la heladera, es recomendable no usar detergentes o jabones abrasivos, como tampoco esponjas ásperas o gruesas. En su lugar, utilizar una soluciñon con una cucharada de bicarbonato de sodio en dos litros de agua tibia y pasarlo con un paño. También puede usarse un trapo humedecido en agua.
Al terminar la limpieza es fundamental secar la humedad que quedó y recién entonces conectar la heladera.

La heladera huele mal: no dejar por mucho tiempo comida en la heladera y almacenar los alimentos en recipientes de plástico con tapas herméticas.
En el caso de que hubiere olor, esparcir en una bandeja granos de café. Colocarla en la heladera hasta que desaparezca el mal olor.
En el freezer: no colocar recipientes de vidrio con líquido. La rotura puede provocar daños graves. No llenar hasta el borde los recipientes con líquidos, pues siempre aumentan su volumen al congelarse.
Al cerrar la casa: si el período es corto, puede quedar funcionando siempre y cuando se ajuste el termostato al mínimo y no se dejen alimentos perecederos adentro. En caso de un período largo, dejar vacío el refrigerador y freezer, descongelado y con una limpieza general previa. Dejar la puerta entreabierta y el aparato desenchufado.