Las cocinas rojas son glamorosas y elegantes y poseen mucho carácter. Incluso pueden aportarle modernidad a un dormitorio, un despacho o una cocina. El rojo es el color del amor y de la pasión y combina con muchas tonalidades. A lo largo de este artículo podrás descubrir algunas ideas de cocinas rojas para enamorarte.
Sea mate o satinado, el rojo es una gran apuesta para la cocina. Hay muchas formas de incorporarlo, ya sea en muebles, electrodomésticos, estanterías, cuadros, islas o paredes. Si no te animas a usarlo al 100 por cien en la cocina, confía en la regla 60-30-10. La idea consiste en elegir un color dominante que ocupe el 60 por ciento de la superficie. Después un segundo color que abarque el 30 por ciento y, finalmente, un tercer color que comprenda un 10 por ciento (electrodomésticos o una pared de acento).
Aunque no lo creas el color rojo combina con muchos colores. Lo importante es arriesgarse. Para una cocina moderna y repleta de diseño, combina el rojo y el negro, mientras que para una cocina con aire clásico, retro o vanguardista, tendrás que optar por el blanco y el rojo. No obstante, es cierto que el color blanco es bastante sucio, pues cualquier roce o mancha se notará enseguida, por lo que quizás te convenga apostar por una cocina roja y gris.
Si deseas que el color rojo sea el dominante en tu cocina, tendrás que favorecer al máximo la iluminación natural, y combinar el rojo con un color claro si tu cocina fuera pequeña para que el ambiente se torne más luminoso y acogedor. Sin embargo, aunque tengas una cocina en la ventana de la que puedas sacar partido, es importante que busques otra fuente de iluminación. Coloca varios puntos de luz artificiales en tu cocina, principalmente en el techo, en el suelo o en la mesa.