Decoración de interiores

Una pincelada azul en la decoración es una forma de crear interés y atracción visual a una zona que deseamos destacar. Aunque el azul se considera un color frío tiene algo de adorable que atrae a muchas personas. Tal vez por el azul del cielo o el azul del mar es un color atractivo y relajante. En un ambiente basado en colores neutros aporta vida y alegría.

Es un color atractivo, llamativo en ciertas tonalidades pero de una pausada y sin estridencias. Es un color tranquilo que puede encajar en multitud de ambientes y estilos.

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El color azul y los detalles en oro son los protagonistas de esta moderna cocina, un espacio diseñado con buen gusto y con unos matices verdaderamente de lujo. El diseño es obra del interiorista canadiense Yanic Simard, quien también ha jugado con el suave contraste entre el acabado en azul marino de los armarios principales y las superficies de mármol blanco en encimeras y suelo.

Se trata de una cocina de tamaño medio en la que destaca un amplio mueble principal con los electrodomésticos imprescindibles y donde también se encuentran dispuestos los armarios en un precioso tono azul marino. Cuenta con espacio para una pequeña mesa y un par de sillas donde se puede tomar un tentempié con toda la comodidad necesaria.

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Azul y marrón juntos son una combinación tradicional que funciona muy bien en distintos espacios y lugares. Esta combinación de color puede proporcionar frescura y relax o añadir energía y color a una habitación, dependerá de los tonos elegidos de cada uno de los colores. Son un éxito seguro cuando los usamos juntos y son como vemos muy polivalentes.

Este despacho de estilo clásico donde muebles y suelo muestran su color marrón natural se ilumina y alegra gracias al azul usado en las paredes. Pasando de un clasicismo excesivo a un clásico-rústico con mucha frescura.

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Entre la amplísima gama de azules que nos podemos encontrar, hoy destacamos en nuestra paleta de colores el azul turquesa, uno de esos tonos atractivos y luminosos como pocos. Dentro de este azul turquesa existen distintas intensidades, dependiendo de la mezcla que hayamos realizado, pero esto nos va a proporcionar una flexibilidad a la hora de encontrar el tono más adecuado para nuestro hogar.

La gama de turquesa suele moverse entre un tono más pastel y otro más eléctrico y oscuro, los dos con esa magia especial, pues no dejan de ser ese azul que transmite un gran bienestar y que convierte las habitaciones en lugares con una calidez muy particular, tal y como vemos en nuestras dos primeras propuestas de salones. Hay que tener en cuenta, también, el resto de colores empleados para una misma estancia. En la primera opción el rosa fucsia funciona como un complemento perfecto, mientras para esta segunda se ha preferido un turquesa más claro con blanco, beige y verde. En ambos casos, el resultado es excelente.

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El azul, el rosa y el amarillo son colores muy diferentes, pero con un punto en común, el de ser tonos muy enérgicos. Tres colores que desprenden mucha intensidad y juntos crean interiores espléndidos dominados por la luz. Vamos a ver algunas propuestas decorativas en las que estos tres colores, o al menos dos de ellos, se combinan con mucha elegancia y riqueza en estilos y espacios bien distintos.

Cada uno de estos colores puede estar presente en accesorios, estampados o fondos de pared. Podemos resaltar los tres con la misma intensidad o convertir a uno en protagonista y los otros dos usarlos como colores secundarios. En cualquiera de estas variantes obtendremos resultados magníficos. Las fotos que aquí os presentamos hablan por sí mismas y nos ofrecen muchas ideas para combinar estas gamas de un modo muy atractivo.

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Algunos colores como el rosa y el azul (en todas sus gamas) son idóneos para crear espacios alegres y con un aire romántico. Tomando como base estos tonos y de qué distintas maneras se pueden combinar y usar, vamos a ver una serie de propuestas elegantes y divertidas para el dormitorio. La primera de ellas es esta florida habitación donde ambos colores, azul y rosa, destacan desde el propio cubrecama y almohadones para pasar a vestir otros adornos del cuarto. En este caso, la gama elegida es alegre, festiva y muy dinámica, a juego con el verde, el amarillo, el blanco y el naranja. Una habitación femenina, juvenil y llena de claridad.

La siguiente propuesta, en tonos más sobrios, y por qué no, sofisticados, revela un espacio también muy femenino, donde el rosa se transforma en fucsia y el azul se deja ver desde las pinceladas de la pared y desde la propia cama. Ambos colores crean una atmósfera muy personal, en este caso con un punto clásico muy apropiado.

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