Decoración de interiores

A la hora de elegir colores para decorar, un clásico que sigue teniendo muchos adeptos es el dúo blanco y negro. Dos colores que se complementan a la perfección, llegando a constituir un tándem imperecedero. Elegante, sofisticado y personal, el ying y el yang que ambos colores representan sigue siendo una magnífica opción para vestir los espacios interiores de nuestra vivienda. Os proponemos ideas para decorar dormitorios en blanco y negro, creando atmósferas así de bellas.

Ni el blanco ni el negro son sinónimos de aburrimiento, monotonía u oscuridad. Depende de cómo lo utilicemos, claro, eso como con cualquier otro color. Para la ropa de cama podemos preferir las líneas rectas y los estampados clásicos uniformes o decantarnos por dibujos, cenefas y flores con resultados igualmente extraordinarios.

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La madera usada en estas cinco propuestas es elegante y con un ligero matiz rústico, consiguiendo una decoración delicada y tremendamente natural. La madera protagoniza y envuelve el espacio de cada uno de los dormitorios, ya sea a través de sus accesorios, de su mobiliario o de la propia construcción interior. Un material que se convierte en fuente de inspiración en estos decorados, llenándolos de armonía y claridad.

Los cinco dormitorios destacan por la propia naturaleza de la madera escogida y por la sencillez de los interiores. Destaca en especial esta propuesta de dormitorio con aspecto zen, rodeado de madera suave y accesorios en blanco que trasladan la idea de descanso y tranquilidad más allá de la cama. Una habitación con un encanto muy especial.

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No necesitas grandes inversiones para conseguir que tu habitación de matrimonio sea un dormitorio más romántico, un lugar agradable donde la pareja se sienta a gusto y pueda tener un entorno agradable donde relacionarse de forma sana y feliz. Con estos ocho sencillos consejos que os describimos a continuación conseguiréis que vuestro dormitorio sea un lugar más romántico.

Algo tan sencillo como tener la buena costumbre de hacer la cama todos los días, sólo te llevará unos minutos y tu dormitorio lucirá fresco y ordenado.

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El dormitorio de los adolescentes tal vez sea la estancia más polivalente de toda la casa, según el momento del día y el estado de ánimo de sus habitantes puede ser desde un centro social hasta una solitaria clausura. Decorar la habitación de nuestros hijos adolescentes implica tener en cuenta su opinión indudablemente. Ellos son los que la usan y sus gustos y necesidades deben contemplarse. Así que antes de empezar nosotros a hacer proyectos decorativos en estas piezas se impone una reunión con nuestros chicos y chicas.

Cuando nos encontramos en ese tiempo de cambio entre la niñez y la pubertad tal vez baste con un cambio de color y algunos complementos que les permitan organizar mejor sus nuevas necesidades. Puede incluso que un simple cambio en el tono de los colores sea suficiente pero antes que nada deberemos consultarles.

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El cabecero perfecto será aquel que mejor se acomode a nuestros gustos y al mismo tiempo satisfaga nuestras necesidades tanto estéticas como prácticas. Aunque solemos pensar en el cabecero sólo como un elemento puramente decorativo no es así, el cabecero cumple también una necesidad no por pequeña menos importante. Si nos gusta sentarnos en la cama a leer o ver la televisión o incluso trabajar o estudiar con el portátil entonces el cabecero de la cama se convierte en el respaldo donde apoyar la espalda.

Por tanto hemos de tener en cuenta ambos aspectos al elegir nuestro cabecero, si sólo le vamos a dar un uso estético podrá ser de cualquier material, forma y envergadura. Los cabeceros pueden ser de tres tipos, tapizados, de madera o metal, básicamente.

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La diversidad de estilos decorativos facilita que combinemos unos con otros a nuestro gusto. Esta tendencia es lo que se conoce como eclecticismo. Esta posibilidad nos va a permitir integrar distintos elementos de un estilo o de otro en un mismo espacio, dando como resultado un lugar repleto de esos detalles que hacen que un ambiente se vuelva atractivo a primera vista. Tomando como escenario un dormitorio, vamos a ir viendo cómo crear estilo en este rincón de la vivienda.

La mejor forma para empezar es observar las características de la habitación en sí. ¿Cuenta con mucha luz natural? ¿Es un espacio grande? ¿Qué altura tienen los techos? ¿Qué tipo de muebles queremos usar? ¿Y en qué colores? Concretando un poco más en estos aspectos, podemos ir empezando a trabajar el espacio, con las ideas más claras para ir sobre seguro. Ejemplo de dormitorio funcional que se ha modernizado aprovechando un mobiliario clásico en madera oscura:

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