Decoración de interiores

Llegar a casa, abrir la puerta y encontrarse un rincón de bienvenida similar a éstos que te presentamos es algo que no tiene precio. Cuidar la decoración de esta parte de la vivienda es relativamente fácil por la poca capacidad espacial de la que dispondremos, pero que nos asegura un mejor aprovechamiento del espacio y evita que nos recreemos en elementos más prescindibles.

Una mesa o una silla con personalidad, un perchero para dejar el abrigo, centros florales y una lamparita son algunos de los recursos más empleados para construir un recibidor con encanto. Mobiliario básico, por un lado, y atrezzo personalizado, por otro, que ofrezcan a los invitados un par de pistas sobre cuál va a ser el estilo de vivienda con el que se van a encontrar.

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Por lo general, en el recibidor solemos encontrar poco mobiliario, ya que, al tratarse de una zona de paso para acceder a la vivienda, empleamos una decoración mínima para facilitar la entrada. Lo que no significa que no atendamos a este aspecto del interiorismo. Por ello te proponemos ideas para crear un recibidor con un estilo más moderno. Con apenas unos pocos detalles, conseguirás un hall realmente elegante.

El truco está en presentar apenas unos pocos muebles, con líneas sobrias, uno o dos colores y mucha desnudez de espacios. Un par de detalles decorativos pueden ser suficientes para modernizar la entrada de la casa y sin necesidad de que los muebles sean de diseño, como algunos de los que te mostramos por aquí. Lo importante es que su estructura sea lo más sencilla posible y se encuentren en perfectas condiciones. En cuanto a los colores, el blanco está de moda a la hora de conseguir espacios modernos, pero una madera sobria también puede resultar muy moderna. El negro, los colores metalizados y el violeta, le siguen muy de cerca.

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El recibidor es la esclusa que separa a nuestra casa del resto del mundo. Es un lugar especial, es la primera imagen y en ocasiones la única, de nuestro hogar. Es un lugar en el que podemos expresar lo que somos, u ocultarlo si así lo queremos. Cada cual preferirá, según su carácter, un tipo de recibidor. Expresivo, que diga mucho de uno mismo; aséptico, que diga lo menos posible. Los recibidores son como las personas, extrovertidos o introvertidos; más todas las gradaciones intermedias que se quiera. Pero dejemos los análisis seudopsicológicos, hoy toca un fantástico recibidor alegre y feliz.

En este ejemplo, como ocurre en muchos apartamentos, el recibidor era un lugar oscuro y triste. La propietaria, una joven preocupada por la moda y el diseño, decidió poner fin a semejante despropósito. No podía soportar ni un instante más que ese espacio lúgubre fuera lo primero que la recibiera al llegar a casa.

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