La pared es uno de los espacios del hogar que más se prestan a ser decorados según la imaginación y la creatividad personal. Cada vivienda es un mundo y por ello hay ilimitadas posibilidades decorativas para estos espacios de cada estancia. Son como lienzos en blanco (o en otros colores), esperando ser llenados con nuestras increíbles ideas. Hay propuestas para todos los gustos y para todas las tendencias…
Los tablones de madera con inscripciones y frases suelen ser bastante habituales en muchas viviendas. Son un ejemplo de cómo amenizar los espacios con sencillez y con un matiz artesano. Existen otras posibilidades más clásicas para decorar paredes, como las láminas fotográficas, los pósters, los cuadros, las obras artísticas… siguiendo y complementando estilos muy variados.
Los collages fotográficos son otra de esas opciones vistosas, sobre todo cuando éstos son más artísticos o bien emotivos, formando recuerdos familiares.
Los espejos son una opción estupenda para las paredes. Iluminan y reflejan la luz, y dan ese matiz especial a los ambientes cuando son de aspecto vintage.
Desde el DIY más doméstico también tenemos propuestas personales e imaginativas.
Más opciones: fotografías de época enmarcadas, recortes de revistas y magazines pegados en la pared…
Dibujos de flora y fauna, creando ambientes especiales y destacando el amor por la naturaleza:
Las habituales fotos de amigos y viajes en las paredes de los dormitorios juveniles son una muestra de cómo personalizar las paredes con nuestras fotos más antológicas, en formato galería o Instagram:
E incluso este toque romántico a base de pequeñas mariposas; como vemos, las propuestas se van creando desde la propia imaginación y gusto estilístico personal.
Los pequeños estantes con figuras y esculturas animalísticas de porcelana son otra opción para ambientes más hogareños y clásicos, ofreciendo un matiz más delicado.
Fotos: casasugar.com