¿Qué opináis de los cuartos de baño decorados en estilo rústico? Supongo que habrá opiniones a favor y en contra, los humanos, gracias a Dios, somos así de variados. Bueno, dejemos las profundidades filosóficas, antropológicas y sociológicas y vayamos al tema que nos incumbe.
Queriamos en esta ocasión reunir un buen repertorio de cuartos de baño inspirados en el estilo rústico porque sabemos que a muchas de vosotras o vosotros os gusta este estilo. Así que allá vamos sin más remilgos.
Comenzamos fuerte ¿no os parece? estos dos ejemplos de estilo rústico extremo son de una gran belleza pero sólo creo que hay que ser muy apasionado del estilo para dar el paso.
Los tres ejemplos anteriores son tal vez un termino medio que posiblemente guste a más gente, hasta el punto que muchos de nosotros sí que podriamos decorar nuestro cuarto de baño con esas propuestas.
Y por último lo que podriamos llamar rústico ecléctico o rústico elegante. Un estilo que combina elementos modernos con algunos toques rústicos, una magnífica combinación que quedará bien en cualquier estilo decorativo.
En el estilo rústico tienen mucha importancia los materiales que se usan en la elaboración de los muebles y en el recubrimiento de suelos y paredes. Deben ser materiales de origen natural, piedra y madera son los más importantes.
Piedra y madera que pueden tener distintos grados de refinamiento o acabado. Así podemos encontrarnos con acabados más trabajados o menos según el aire que queramos obtener. La verdad es que depende del conjunto pues pueden quedar igual de bien unos que otros.
Como estamos viendo en realidad hablamos de estilo rústico pero caben tantas variaciones que el estilo rústico se transforma en una especie de saco donde cabe casi cualquier cosa. Desde las más refinadas elaboraciones de otras épocas y culturas hasta la utilización de elementos naturales en estado puro o los toques industriales.
Digamos que la cosa queda entre la piedra y madera con aspecto natural o desgastado y el refinamiento de esos mismos materiales bien desbastados y pulidos. Entre ambos extremos tenemos muchísimas posibilidades y seguro que encontramos la que más nos atraiga.