El recibidor es el primer lugar de la casa que ven nuestros visitantes y ya sabemos que las primeras impresiones son las que cuentan. No basta con tener un espacio limpio y organizado, además es bueno que se note nuestra personalidad en él. Y no es necesario complicarse la vida pues hay formas sencillas de personalizar tu recibidor como veremos a continuación.
Plasmar nuestra personalidad es siempre la mejor forma de conseguir una decoración perfecta y humana.
Los fotógrafos Lou Mora y Sarah Yates permiten que su personalidad brille en la entrada con esta decoración artística y un divertido signo de color rosa.
La entrada puede parecer un lugar inesperado para guardar una colección pero esta colección de frascos de perfume queda estupendamente sobre el mueble del recibidor. A destacar el uso del naranja para dar coherencia al conjunto.
Recubrir la pared con obras de arte puede ser también una buena forma de personalizar este espacio de bienvenida y distribución.
Una pared oscura puede ser una buena forma de salirse de los convencionalismos sociales a la hora de decorar nuestro vestíbulo. Pero no te olvides de añadirle algo de color y glamour.
Una visita al anticuario o algún mercado de pulgas nos servirá para que nuestro recibidor luzca diferente y original.
El recibidor no tiene que ser un espacio inamovible, debe cambiar con nosotros y para ello es bueno ir cambiando. En este vemos una alfombra hecha con un sistema de losetas de moqueta que permite cambiar su disposición.
Este llamativo espejo redondo es suficiente por sí mismo para personalizar un recibidor.
El papel pintado también nos ofrece un gran juego cuando queremos modificar rápidamente nuestro recibidor. Este papel pintado con motivos geométricos separa y delimita perfectamente el espacio del recibidor del resto del apartamento.