Los sanitarios suspendidos no son un invento de la última hornada, ya se conocen desde hace tiempo, lo que sí es más reciente es su popularización. Antes eran elementos elitistas con precios bastante elevados que los ponía al alcance de unos pocos. Ahora al parecer los costes de producción se han reducido bastante y las marcas de sanitarios ofrecen los de este tipo a precios muy competitivos, equiparables a los de instalación tradicional.
Los lavabos, inodoros y bidés suspendidos se han convertido en elementos corrientes que cualquiera puede incluir en la decoración de su cuarto de baño. Una de las grades ventajas que ofrecen al estar instalados en la pared y no apoyarse en el suelo es que permiten realizar la limpieza del cuarto de baño de una manera muy rápida e higiénica.
Podemos encontrar muchas líneas que abarcan cualquier estilo decorativo. No pensemos que sólo vamos a encontrar modelos hipermodernos y superincómodos.
Al contrario podemos encontrar hasta los diseños más clásicos en esta modalidad. Así que hay para todos los gustos.
La instalación de estos dispositivos no es difícil, siempre que tengamos un cierto nivel como bricoladores, suelen constar de una placa metálica que se sujeta a la pared firmemente y luego la parte de porcelana se fija a dicho soporte. Pero si no estamos dentro de ese nivel siempre podemos contactar con un profesional de la fontanería que no tendrá ningún problema en su instalación pues se han convertido ya en una línea de sanitarios muy popular.
Lo único que tenemos que tener en cuenta a la hora de adquirir lavabos, bidés e inodoros suspendidos es asegurarnos y preguntar al vendedor por el sistema de desague que al ser horizontal puede ser el punto flaco de estos dispositivos si no están correctamente diseñados.
Fotos: interiorgid.ru