El color menta es una variedad de verde caracterizado por una sutileza fuera de lo común. Como tonalidad puede emplearse tanto en paredes como en cualquier accesorio o mueble que forme parte del interior de un espacio. Además es un tono de los llamados «colores pastel«, por esa suavidad que desprende, siendo así muy apropiado para todo tipo de escenarios, desde cocinas hasta baños, salas de estar o habitaciones.
En la primera imagen, y desde la pared, el verde menta se mimetiza con los colores de las hojas de árbol de cada cuadro, de las cortinas, los estampados y pequeños accesorios que pueblan esta preciosa salita con un aire tan atemporal. Es un color lleno de dulzura y también luminoso. Para este siguiente rincón resulta muy favorecedor y relajante, ¿no os parece?
El verde menta atrapa la vista desde las paredes de esta cocina con un estilo único, moderno y retro al mismo tiempo. Entre los colores que combinan con el verde menta, están el blanco, el azul o el amarillo (no demasiado chillón). Pero es igual de válido atreverse con otras gamas y probar un poco a crear nuevos ambientes.
Otra opción de color es mezclar verde con matices dorados, como en las siguientes dos propuestas: un comedor y dormitorio con un aspecto majestuoso potenciado por esos pequeños brochazos de oro. La claridad del verde menta hace únicos y grandiosos estos espacios. Una belleza, ¿o no?
Fotos: homestylediary.com