¿Alguna vez habías pensado en el color amarillo a la hora de decorar? La idea más común que tenemos sobre este color, por lo general, es que es un tono poco frecuente en las casas, aunque las nuevas tendencias apuestan decididamente por él y lo introducen en la decoración sin ningún tipo de límites. Conozcamos un poco más este tono de color.
En el espectro de luz, el amarillo representa el sol, la luz y la energía. Es un color primario y cálido, ¡vaya si lo es! Gracias a él conseguirás iluminar el interior de tu vivienda con su calidez y fuerza. Nos ayuda a despertar, eleva nuestro estado de ánimo y nos inyecta dosis de energía para que permanezcamos activos.
El amarillo, bien empleado, puede ser un color muy acogedor. No se trata tanto de saturar la habitación como de seleccionar bien el tono: no es lo mismo un «amarillo canario» o «amarillo limón» (más eléctricos ambos) que uno más verdoso o anaranjado. Además, debemos prestar atención a otros detalles como ¿de qué color es el mobiliario?, ¿qué otros colores voy a emplear para esa habitación?, ¿qué efecto quiero conseguir con ello? Cuidando este tipo de cuestiones, sacaremos rendimiento a un color que, tradicionalmente, no ha gozado de excesivo agrado por parte de los estilistas e interioristas, aunque esta tendencia, como decíamos, se ha cambiado.
Estas espléndidas cocinas son un buen ejemplo de cómo el amarillo puede hacer brillar el espacio interior con algunas pinceladas. Combinadas con blanco, además, se mostrarán limpias, elegantes y agradables a la vista.
Otros colores que combinan excelentemente con el amarillo son el negro, el gris, el crema, el naranja o el verde. Pero no dudes en probar distintas combinaciones, buscando la que más te guste y se acomode a la decoración de tu hogar. El amarillo te puede ayudar a conseguir una decoración elegante y llena de calidez.
Fotos: decoraciondeinteriores10.com; interiorismos.com