Tener en casa un pequeño jardín interior es muy habitual hoy en día. Hay muchas personas que reservan una pequeña zona para cultivar todo tipo de plantas o incluso las fusionan con el mobiliario, creando un efecto sorprendente y muy bonito. Es algo muy propio en viviendas que buscan el estilo de vida zen a través de tendencias como el feng-shui. No solo las terrazas pueden erigirse como jardines domésticos; también lo puede ser la propia cocina, el salón, un pasillo o incluso el dormitorio.

El color verde, la belleza y la exuberancia de la vegetación proporcionan un interior relajante que influye en nuestro propio estado de ánimo. El interior del hogar gana mucho con este tipo de ambientes decorativos, a los que sin duda favorece disponer de un interior donde la madera sea protagonista.


Muchos de estos jardines de interior son jardines verticales que crecen del suelo al techo, originando espectaculares decoraciones en las paredes de la vivienda. La mayoría de estas plantas son plantas enredaderas o trepadoras, y algunas se pueden criar en los propios azulejos de la cocina o el salón, creando para ello una superficie de tela especial que permita el desarrollo de las plantas y oriente un poco la dirección en la que van a expandirse de forma natural. Un mueble rodeado por vegetación en cualquier estancia de la casa resulta innovador y crea un gran estilo interior. Otra idea es añadir pequeñas jardineras o tener una superficie con tierra fertilizada para plantas.


Como es lógico, hay que disponer de los nutrientes básicos para que estas plantas crezcan con fuerza: agua, luz, tierra y una temperatura adecuada. El resto consiste en proporcionar los cuidados necesarios para toda planta de interior y vigilar que crezcan como habíamos ideado en un principio.

Fotos: papernstitchblog.com

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