Consejo: retira el recipiente del fuego si es neceario añadir algún producto inflamable, y no olvides proteger tus manos con guantes de goma.
2. Limpia mojando la esponja en la disolución y pásala por toda la superficie a limpiar. Según la cantidad y la resistencia de la suciedad, frota con utensilios más agresivos: estropajo, cepillo metálico, espátula dentada, etc.
3. Aclara la superficie con agua limpia a fin de retirar el detergente y neutralizar su acción. No deben quedar residuos del producto, pues podrían estropear la madera. Cambia el agua tantas veces como sea necesario.
4. Seca, pues la humedad es perjudicial para la madera, así que hay que minimizar el tiempo de exposición de ésta tanto al detergente como al agua. Con un paño o un papel absorbente, retira toda el agua de aclarado que te sea posible.
5. Cuando la superficie haya secado, aplasta la fibra de la madera, ya que al contacto con la humedad habrá sufrido un ligero levantamiento. Utiliza para ello un estropajo de esparto, de alumnio fino o bien, una lija fina.
Por último, cabe decir que es habitual encontrar interiores de muebles forrados con algún material, por ejemplo, papel adhesivo. Para retirarlo, primero reblandece el papel con agua muy caliente y, a continuación, levántalo con un cepillo o una espátula dentada. Después, frota la madera con un estropajo humedecido con acetona para eliminar los restos de cola.