Los colores tienen un efecto psicológico en las personas, lo cual se ve reflejado en en sus actitudes, sus emociones y decisiones. En el caso de un trabajador, el color de su entorno, puede hacerlo más o menos productivo, eso dependerá de la energía que le transmita para desarrollar sus habilidades creativas, así como el bienestar que le brinde el ambiente.
Su influencia en el ambiente y en las personas hacen del color un elemento fundamental en el diseño, motivo por el cual al momento de decidir abrir una oficina o redecorar es necesario contratar los servicios de pintores profesionales, ya que su amplia experiencia nos permitirá conseguir el mejor resultado, con detalles cuidados y un resultado impecable.
Con nuestras ideas creativas, bajo la asesoría de personas experimentadas en la pintura y la decoración, no sólo lograremos la armonía deseada en el diseño, sino que alcanzaremos la meta de mejorar la productividad de nuestros trabajadores.
Los colores son un elemento del diseño, de manera que sin un propósito en la habitación no va a funcionar. Es necesario que exista una armonía entre las tonalidades y cada uno de los elementos que se encuentran dentro de las cuatro paredes, he allí cuando no solo la habilidad del profesional entre en juego, si no también su conocimiento en la materia.
En la actualidad la naturaleza está de moda, independientemente que se trate de una tienda, un restaurante o una fábrica, el verde en diferentes tonalidades es el color que predomina en la decoración de interiores. Este color causa un efecto de calma y tranquilidad.
El blanco es un clásico que representa pureza, pero también brinda iluminación y la sensación de amplitud en los espacios, es fácil de combinar y puede funcionar como una base para elaborar dibujos originales.
Si deseamos estimular la creatividad el amarillo es el color, también promueve la colaboración y el trabajo en equipo, de manera que es el indicado para crear un ambiente optimista.
Para lograr el equilibrio en la decoración es necesario poner atención a todos los elementos, desde el modelo del mobiliario, el tipo de materiales que los componen y sus tonalidades. Cuando se trata de entonar hasta el color del techo debe ser tomado en cuenta.
La textura de las paredes también debe ser tomada en cuenta, si deseamos un lugar con aspecto rústico el relieve es una buena opción, o si de lo contrario deseamos una decoración sobria y elegante una superficie completamente lisa es la adecuada.
Las lámparas, pinturas, esculturas u otro elemento decorativo pueden tener un impacto positivo o negativo, tanto en el trabajador como el cliente, de manera que también debemos poner especial atención en este particular.
La evolución del diseño ha generado cambios que contribuyen con el bienestar del trabajador. Los grandes y pesados escritorios desaparecieron para darle cabida a estaciones de trabajo minimalistas y funcionales, las cuales ocupan el menor espacio posible y brindan mayor confort.
La distribución de los espacios del local debe realizarse en función al mobiliario y este a su vez debe hacer juego con el resto de la decoración.
Se recomienda que las mesas, exhibidores y anaqueles tengan tonos alegres y vibrantes, los cuales promueven la energía y la creatividad de los trabajadores. Mientras que en las oficinas gerenciales se aconsejan colores neutrales, que contribuyan con la concentración.
Es importante integrar los colores de la marca en la decoración de nuestra oficina, ya que nos ayudará a identificarla y a que tanto los trabajadores como los clientes se familiaricen con estas tonalidades, incluso viéndolas fuera de las instalaciones e indiscutiblemente la mejor forma de lograrlo es no dudar en dejarle la tarea a los profesionales.