Esta pequeña recopilación de los más importantes estilos en decoración no es más que una reducida guía de lo que más se lleva en la actualidad. Ello no es óbice para que cada cual pueda combinar elementos de un estilo u otro entre sí, cogiendo las cosas que más le gustan de un estilo o de otro.
El estilo clásico o tradicional se caracteriza por el uso de muebles de formas redondeadas elaborados en madera maciza. Molduras ornamentales, columnas y paneles constituyen otros de los elementos habituales en este estilo.
El estilo rústico se puede usar tanto en el campo como en la ciudad y se caracteriza por el uso de superficies simples y limpias elaboradas en materiales naturales. Vigas a la vista, madera y piedra constituyen los elementos más importantes de este estilo.
Formas simples, lineales que buscan la funcionalidad ante todo huyendo de todo ornamento superfluo son las características fundamentales del estilo moderno.
En el estilo vintage lo más importante es la reutilización y la recuperación de muebles y elementos antiguos para crear un ambiente con un claro sabor retro de décadas pasadas.
El estilo natural tiene como componente imprescindible las materias primas con las que se han fabricado los elementos decorativos. Todas ellas han de ser naturales, fibras vegetales para las alfombras, madera y cuero para muebles y demás objetos decorativos.
El estilo ecléctico vendría a ser como una especie de cajón de sastre donde caben soluciones de todos los demás estilos. Por eso mismo es uno de los estilos que requiere más conocimientos y gusto pues se puede caer fácilmente en el absurdo.
El estilo escandinavo se basa en la recreación de los estilos propios de los países del norte de Europa, líneas rectas y formas puras. Pragmatismo y funcionalidad, suelos de madera y paredes blancas son como los mandamientos fundamentales del estilo escandinavo.
En el estilo zen la inspiración viene de oriente, concretamente bebe en las fuentes del diseño japonés tamizado por las pautas de los diseñadores norteamericanos que han sido sus grandes adalides. Minimalismo y estoicismo son sus claves, lo superfluo es evitable.
En el estilo industrial la referencia básica es el industrialismo de principios del siglo XX y sus materiales básicos el hierro y el cemento, ladrillos vistos y superficies de metal pulido. Suele combinar muy bien con elementos de otros estilos, vintage, moderno y escandinavo sobre todo.
Fotos: maisonetdemeure.com