Continuamos haciendo un repaso a esas situaciones que no deberían darse nunca en la decoración de un hogar. Pero somos débiles y en ocasiones podemos caer en algún que otro error, errar es humano y las circunstancias de la vida son muy variables. Lo peor no es errar sino no darse cuenta ni pronto ni tarde de que tu elección no fue acertada en absoluto.
Las flores que usemos en decoración deben ser siempre naturales. Frescas es el ideal pues nos aportarán belleza y fragancia pero también se pueden usar las flores secas que aportan un toque especial con su belleza congelada. Lo que no se puede ni se debe hacer es recurrir a las flores artificiales, no aportan nada más que un falso colorín. Si queremos aromatizar una estancia y no podemos disponer de flor fresca es mejor recurrir a composiciones con productos naturales aromáticos, limones y otras frutas y especias aromáticas combinadas con tallos y ramas verdes o secas.
Los cojines son un fantástico complemento para la decoración de un sofá, una cama o un sillón pero hemos de ser conscientes de su necesidad en vez de instalarlos alegremente. Está claro que juegan una función práctica pero nunca hemos de olvidar su faceta decorativa.
Los objetos decorativos, adornos y recuerdos que vamos acumulando deben ser mantenidos bajo control constantemente. Es algo que muchas veces se nos pasa pero antes de añadir un objeto a una estantería o sobre cualquier mueble hemos de pararnos unos momentos y encontrar primero el motivo y después el sentido de su colocación. Si no encaja lo mejor es guardarlo en algún lugar que no sea visible.
El uso del color es una gran arma decorativa pero mucha gente tiene miedo de asumir riesgos en esta materia. No te arredres y prueba colores que te atraen pero no te atreves a usar.
Las cortinas tienen también sus reglas, las colocaremos siempre unos cinco centímetros sobre el marco de las ventanas. Sólo si dispone de techos altos puedes colocarlas desde el techo.
Antes de comprar una alfombra para una determinada estancia hay que coger la cinta métrica y medir. Las alfombras cuando están colocadas entre muebles como sofás y sillones deben rellenar completamente el espacio entre ellos.
Respecto a la iluminación es fundamental disponer la cantidad de lámparas y apliques que nos den luz suficiente. Podemos añadir reguladores para adecuar la iluminación a cada situación.
Cuando colgamos cuadros en la pared debemos controlar la altura. Una regla que no falla es no colgarlos a una altura superior a las puertas y si es sobre un sofá situarlos a unos 15 cm sobre el respaldo del mismo.
Esta imagen produce escalofríos, el horror se manifiesta de nuevo y esta vez en forma de protector plástico transparente. Jamás se debe proteger un sofá o un sillón con semejante artículo, usa mantas o cualquier pieza similar realizada en tela para proteger tu sofá.
No apoyes el sofá o los sillones en la pared, dejar un espacio tras ellos, transitable o no depeniendo del tamaño de la estancia, dará sensación de amplitud.
Todos no tenemos el ojo acostumbrado a combinar colores, no es tarea sencilla. Requiere una cierta formación y experiencia cuando no tienes ese don natural. Así que lo mejor es no excederse en el número de colores que introducimos en una decoración. Vayamos a lo seguro y evitemos horribles consecuencias.
Una gran metedura de pata es comprar por ejemplo los muebles para tu sala de estar simplemente porque te han gustado en la exposición de la tienda de muebles. Antes de salir de casa hay que llevar bien anotadas las medidas correspondientes a la habitación que quieres amueblar para no llevarte luego sorpresas y tener que amontonar los muebles en un espacio demasiado reducido.
Fotos: hgtv.com