El estilo nórdico es genial para decorar una oficina o espacio de trabajo en casa. Con su sencillez, claridad de líneas y sus colores neutros decora sin crear distracciones. Así podremos trabajar de forma más eficiente, sin elementos que perturben nuestra concentración.
El blanco, sobre todo, y algo de negro son los colores básicos para decorar en estilo nórdico. Aunque nunca irá mal añadir alguna pequeña pincelada en un color de contraste.
Aquí la cortina y la alfombra son las encargadas de ofrecer la calidez que requiere este espacio de trabajo compartido.
Y no hace falta ser excesivamente purista, podemos crear la personalización que más vaya con nuestra forma de ser.
Los colores neón quedan muy bien en un entorno en el que predominan los tonos neutros. Es otra forma de darle nuestro toque personal a la decoración.
Exponer nuestras colecciones o nuestros objetos favoritos es otra manera de personalizar la decoración de nuestra oficina.
Y no necesita ser un espacio inmenso, un rinconcito puede ser suficiente en la mayoría de casos.
Combinar muebles antiguos y modernos es una buena estrategia que queda genial en este estilo.
Tener una buena fuente de luz natural es muy importante para trabajar a plena satisfacción.
Por eso es tan frecuente situar el escritorio frente a una ventana. Además de la luz nos permite descansar la vista de vez en cuando.
Una decoración sencilla fomentará la buena organización. Cuanto menos espacio tengamos para dejar cosas en el escritorio más nos esforzaremos en guardarlas donde les corresponda.
A los espacios de trabajo destinados para niños podemos incorporar más color pero sin crear excesiva distracción.
Un tablero de corcho para colgar notas y papeles y unas cajas para ordenar son imprescindibles en cualquier espacio de trabajo.
Las estanterías son también un mueble que no puede faltar si hemos de guardar documentos, telas, libros o cualquier otro objeto similar.
Un espacio de trabajo limpio es más atractivo y hace que todo sea más agradable.
El espacio de trabajo puede ser una parte del dormitorio o de un espacio abierto.
Unos ligeros toques de color pueden hacer que una decoración destaque.
Dibujar en alguna pared de la oficina puede ser otra forma de personalizarla.
Los espacios de trabajo compartidos son más difíciles de mantener organizados por lo que ayudará establecer un método de organización.
Incorporar plantas a la decoración de nuestro espacio de trabajo de estilo nórdico no sólo es posible sino recomendable.
Elegiremos los complementos de almacenaje acordes con nuestras particulares necesidades.
En una decoración de estilo nórdico no es recomendable introducir más de dos colores de contraste.
El blanco y negro combinan a la perfección. Muebles, complementos y pintura se pueden escoger en estos dos colores en la proporción que deseemos.
Ser creativo es un plus muy importante a la hora de decorar un espacio de trabajo en estilo nórdico.
El color blanco es una buena opción para decorar un espacio de trabajo. Es limpio y simple y nos permitirá concentrarnos en nuestro trabajo.
Para mantener la sencillez de la decoración escogeremos un solo color de acento.
Paredes y suelos blancos nos permiten un amplio márgen de maniobra a la hora de decorar cualquier espacio.
Esta sencilla propuesta es además muy económica. Tendremos un espacio de trabajo genial con muy poco esfuerzo.
Una alfombra es siempre un buen complemento para un espacio de trabajo. Es decorativa, cálida y aumenta la confortabilidad.
Introducir algunos complementos de estilo industrial contribuirá a darle más personalidad a la decoración.
Cualquier mueble con carácter y personalidad se puede incluir a modo de acento en una decoración de estilo nórdico.
Las cajoneras son imprescindibles para guardar documentos y pequeños objetos.
Estantes y estanterías tampoco pueden faltar en una oficina en casa.
Espero que os sirva de inspiración esta selección de oficinas de estilo nórdico. Trabajar de forma productiva y sin distracciones está al alcance de cualquiera con alguna de estas ideas.