El descanso es la clave para poder comenzar cada día y tener las energías necesarias para toda nuestra rutina. Y, aunque parezca increíble, solemos cometer dos grandes errores en nuestra habitación: no tenemos la decoración adecuada y en ocasiones no sabemos elegir colchón. Dos cosas que van de la mano y que pueden provocar serias consecuencias a nuestra calidad de sueño.
La primera y más importante, que nunca tenemos que perder de vista es el colchón. Muchos hemos cometido el error de decantarnos por comprar la primera oferta que vemos en el momento sin tomarnos el tiempo de analizar: calidad, garantías y cuál es le mejor tipo de colchón para nosotros.
No nos damos cuenta que comprar colchones es mucho más que eso… ¡es lo que va a determinar la calidad de nuestro descanso! Hoy en día no sólo ha cambiado la variedad de opciones disponibles sino que también hay una gran cantidad de tiendas dedicadas a la venta de ellos. Y cuando estamos pesando en comprar un colchón, si no sabemos lo que necesitamos tenemos que recurrir a expertos que puedan asesorarnos y que nos aseguren hacer una buena compra. Un colchón es una inversión en nuestra calidad de sueño. Para ello nada mejor que IKEA, no sólo tienen una variedad extensa de tipos y de medidas de colchones (incluyendo las estándar españolas y europeas), sino que además ofrecen un plus increíble: 25 años de garantía (si, si, han leído bien… 25 años!!) y 365 días para devolver tu colchón si no te ha gustado, podrás cambiarlo sin ningún problema. Estas dos cosas son fundamentales para que podamos hacer esta compra tan importante. Además estas dos garantía que nos ofrece IKEA están basadas en la excelente calidad de sus productos y son las mejores que podemos encontrar hoy en día en el mercado. Y no olviden las almohadas y cojines. Lo necesario y de buena calidad, no caigan en el clásico error de comprar una gran cantidad de almohadas y cientos de cojines…
Cuando ya hemos podido elegir nuestro colchón y efectuar la comprar, toca ocuparse de la decoración. De nada nos sirve haber realizado una excelente compra si no lo acompañamos con el resto del entorno. Hay que ocuparse de los espacios, colores, la ropa de cama, la iluminación. No es necesario que gastemos una fortuna. Podemos conseguir una decoración perfecta con un gasto mínimo y reciclando algunas de las cosas que ya tenemos en casa.
Por los espacios, nunca tenemos que comprar una cama y colchón que al colocarlos en la habitación no quede espacio disponible para circular. Hay que medir bien y asegurarse de que podemos añadir el resto de los muebles y accesorios que necesitamos. Los colores, nada mejor que armar un bonita y simple paleta de colores que inviten a relajarnos y nos hagan sentir a gusto en la habitación. Los colores pastel siempre son ideales, pero también podemos combinarlos con colores vivos y brillantes. No olviden los empapelados y la idea de intervenir alguna pared de la habitación con una buena idea DIY.
Luego, la ropa de cama y el resto de los textiles de la habitación. Armar una combinación de diseños y colores simples que combinen con el color de las paredes y el piso es muy buena idea. Además, debemos tener en cuenta comprar o utilizar ropa de cama indicada para el clima del lugar en que vivimos y siendo conscientes de nuestro presupuesto. No compremos lo que no necesitamos! La iluminación, para ella primero tengamos en cuenta la luz natural de la habitación para luego planificar la luz eléctrica. También pensemos en colocar luces que permitan una regulación para poder disminuir su intensidad a la hora de irnos a dormir.
Otra cosa que muy importante… y la que nos cuesta a todos… mantener el orden y organización de la habitación. Aunque no lo crean esta clase de cosas influyen en nuestra calidad de sueño. Es muy importante no llenar nuestra habitación de objetos, y que los que tenemos allí estén en orden tanto como sea posible… en especial nuestra ropa.
Si logramos un buen equilibrio de todos estos aspectos y tenemos un buen colchón en nuestra cama, nuestra buena calidad de sueño estará asegurada.