Minimalismo medieval en la Torre de Moravola Artículo Publicado el 14.09.2012 por Javi
La Torre de Moravola es un lujoso hotel rural que ofrece unas maravillosas vistas del Valle de Carpini, en Umbría, Italia, allí el silencio resuena entre las montañas. Tras nueve años de trabajos de restauración y acondicionamiento dirigidos por el arquitecto Christopher Chong y su esposa la diseñadora Seonaid Mackenzie, la vieja construcción del siglo XII se ha convertido en una joya de la fusión. El exterior guarda su secular apariencia pero dentro siete ultramodernas habitaciones acogen a los viajeros que desean huir del mundanal ruido. El acero, el cristal, la madera y muebles de diseño cohabitan con las viejas piedras de la torre vigía.
Vista del exterior de la torre vigía, casi en el mismo estado que la conocieron los esforzados caballeros que desde ella vigilaban el acceso al valle, su objeto era alertar a la vecina localidad de Montone en caso de que advirtieran algún movimiento sospechoso de tropas enemigas.
La intervención más importante en el exterior de la edificación ha sido la construcción de la piscina, que con su interior en color negro refleja el cielo límpido de la Umbría.
Un espacio para reposar frente a la antigua chimenea, un sofá moderno entre las piedras muchas veces centenarias.
El diseño de las habitaciones es funcional y práctico, muebles que decoran con buen gusto y no desentonan en la histórica construcción.
Un acogedor y cálido rincón donde refugiarse durante la noche.
Una habitación de las siete en que está distribuido el hotel. El mobiliario, en la tendencia de más rabiosa actualidad, sorprende por la magnífica integración con el entorno.
Zona de baño y spa para que el viajero alojado en este hotel pueda relajarse a conciencia. Las escaleras que comunican las distintas alturas de la torre están construidas en acero y madera. Materias básicas que combinan perfectamente con la piedra vista de las paredes.
También se han dispuesto varias zonas en el exterior para que el cliente pueda disfrutar con gran comodidad de las impagables vistas del hotel.
Vía: moravola