Cada vez se crean materiales más innovadores que nos facilitan la vida, además de darnos pie a diseñar nuevas formas y combinaciones. Este es el caso del Corian, un material plástico que puede adaptarse a todas las formas, ya sean rectas o curvas, creando superficies compactas, lisas y sin juntas. Casi cualquier forma que se imagine puede hacerse con este nuevo material, esto da lugar a una infinidad de posibilidades.
Uno de los usos más frecuentes del Corian es en cocinas. Al no haber juntas aparentes, se puede hacer toda la encimera con los senos del fregadero incluidos en una sola pieza. Esto se traduce en higiene (no hay juntas) y en un acabado impecable. Además es resistente al uso y al calor.
Combinarlo con otros materiales es sencillo, y con ello se pueden crear efectos muy interesantes. Queda muy bien con cristal, piedra natural y metal.
Bañera de madera, vidrio, metal y Corian.
En cuanto al revestimiento de superficies, sirve tanto para suelos, como para paredes y techos. Se le puede dar cualquier forma, y, sumado a la variedad de colores, el abanico de posibilidades es infinito.
Sala con paredes revestidas de Corian.
La retroiluminación es otra cualidad aplicable al Corian, sirve para lámparas, paneles y cualquier otra superficie que queramos iluminar desde dentro. Con un poco de imaginación pueden surgir ideas muy interesantes, que con cualquier otro material no hubieran podido ser.
Panel decorativo retroiluminado.
Fotos: corian.es