Las velas son un elemento decorativo completamente indispensable para el ambiente de la noche de brujas, por eso es importante encontrar las que más se adecúen a la decoración que estamos preparando para esa noche tan especial. Aquí te dejamos algunas ideas muy inspiradoras.
Inspirados en Drácula, estos espeluznantes candelabros góticos oscuros se hacen sobre columnas de revestimiento utilizadas para pasteles de boda con gradas empleando pintura gris mate en aerosol.
Ésta es una de mis opciones favoritas. Es fácil de hacer porque para lograr esa falsa tela de araña solo necesitamos una gasa que se desmenuce bien y una pizca de gracia para colocarla alrededor del portavelas. Unas hojas secas, alguna araña peluda e, incluso, unas motas de polvo añadidas a la red recrean la atmósfera tétrica que se desea. Como veis, esta decoración queda especialmente bien con velas blancas y candelabros brillantes.
Éste, sin duda, es un clásico. Velas blancas con regueros rojos que simbolizan la sangre de las víctimas que nos cobramos… Haz temblar a tus invitados con unas velas sangrientas. Por lo visto, necesitas muy poco para hacerlo: planta las velas blancas en un vaso de arena y consigue algo de cera roja para decorarlas. Vas a tener que trabajar con fuego para que la cera se ablande y se pueda pegar a las velas blancas, así que cuidado. Con un poco de paciencia, conseguirás un resultado espeluznante y maravilloso.
Vale, vale, no es sangre. No vamos a cortar las venas de ninguna virgen para llenar nuestros recipientes, pero sí podemos usar algún líquido similar, tal vez un vino barato, para hacer que las velas floten. Es otro de los efectos que más me gustan, pero, como veis, se apoya en una decoración oscura. Las velas flotadoras, por sí solas, no tendrían un efecto tan impresionante.
Fotos: marthastewart.com