Cada centímetro de nuestro hogar requiere de un mantenimiento, incluyendo la puerta principal. Las puertas pintadas tienden a astillarse con el transcurso del tiempo y pueden necesitar ciertos retoques; no obstante, puede que desees darles una nueva apariencia pintándolas del todo. Resérvate un fin de semana para elegir un color, comprar los suministros que fueran necesarios y completar la tarea.
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Además, es importante que tengas en cuenta la estación del año y el pronóstico del tiempo. Los días soleados que permiten que la pintura se seque son los mejores.
Pegar los cartones de pintura a la puerta es una manera de elegir el color. Asegúrate de mirar la muestra en distintos momentos del día para ver como cambia el color a medida que la luz se va atenuando.
Si vas a pintar una puerta exterior precisarás una pintura especifica para el exterior. Aunque puedes elegir cualquier acabado, las pinturas brillantes suelen usarse en puertas y molduras. Lo importante a tener en cuenta es que saber si la puerta está pintada a base de látex o aceite. Esto es importante, dado que nunca querrás pintar al aceite sobre pintura de látex o viceversa.
Puedes pintar la puerta en el lugar en el que está o retirarla de las bisagras. Limpia con un trapo húmedo y usa una lijadora o papel de lija para remover la pintura vieja y eliminar las imperfecciones. asegúrate de limpiar el polvo antes de aplicar imprimación si vas a cambiar de color y luego pintar.
Para aplicar imprimación puedes usar rodillo. Una vez seca, usa un pincel para repasar cualquier lugar en el que el rodillo no hubiese podido llegar.
Finalmente, es hora de pintar. Usa un rodillo de espuma o de pelo corto o un pincel. Deja que la puerta se seque por completo antes de colocarla en su lugar.