Las edificaciones antiguas tienen un carácter especial que las diferencia de las nuevas. Asumir una transformación de una construcción antigua para crear un hogar moderno implica una toma de decisiones que no resulta nada fácil pero que algunos profesionales saben resolver con éxito. Es lo que ocurrió en este edificio del siglo XIX situado en Berlín. El estudio alemán de arquitectura Asdfg Architekten creemos que ha sabido crear un buen equilibrio entre las partes conservadas y las nuevas aportaciones para formar esta moderna y actual vivienda.
Tanto el interior como el exterior se encontraban en muy mal estado de conservación cuando comenzó el proyecto de rehabilitación. Además al ser un edificio protegido por la Administración berlinesa hubo que respetar ciertas limitaciones a la hora de llevar a cabo los trabajos de restauración.
El exterior es sobrio y simétrico y cuenta con un pequeño espacio verde alrededor, más valioso en cuanto nos encontramos en una gran ciudad europea. La MullerhausMetzerstrasse fue antaño un taller y una comisaría de policía. Después durante muchos años quedó en completo abandono y se deterioró notablemente.
El interior se encontraba muy compartimentado por lo que una de las primeras tareas consistió en derribar tabiques y crear espacios abiertos. Se han mantenido las paredes de ladrillo visto en la mayor parte de la vivienda.
Lo nuevo es de corte minimalista y se integra muy bien con la estructura antigua que se ha respetado en su mayor parte.
Donde había que restaurar la estructura antigua se ha echado mano del hormigón que encaja bien con el ladrillo y la carpintería blanca que predomina en la casa.
También se han adoptado soluciones creativas para aprovechar la gran altura de los techos como vemos en esta habitación juvenil.
El comedor con su doble altura es realmente espectacular. Aprovecha la gran cantidad de luz que entra por la numerosas ventanas.
La gran cocina abierta está situada en la planta baja. Al haber derribado la mayoría de las divisiones interiores se ha conseguido un interior muy luminoso.
En la cocina se combina la carpintería blanca habitual en toda la casa con las encimeras de madera natural.
El viejo ladrillo macizo le aporta un sabor y un carácter muy particulares a esta casa tan actual.
En la cocina se combinan los armarios con los espacios de almacenamiento a la vista.
Abundan las soluciones imaginativas para aprovechar la nueva construcción de la forma más lógica posible.
La cocina y el comedor comparten espacio aunque éste último se encuentra en la parte de doble altura y la cocina bajo las escaleras.
La mesa y las sillas de madera oscura destacan enmedio de la brillante blancura del comedor.
En la planta superior encontramos una oficina en casa abierta y con mucho espacio de almacenamiento.
Cuenta también con las habitaciones de la familia que tienen un aire más ecléctico que las zonas comunes de la casa.
El cuarto de baño combina la pared exterior en ladrillo antiguo con los azulejos tipo mosaico en la parte nueva.
Algunos elementos se han diseñado expresamente para esta casa como es el caso de los lavabos
Este otro baño cuenta con un lavabo también cien por cien original.
Una gran claraboya dota al cuarto de baño de una buena fuente de luz natural.