Un buen barniz, y una correcta aplicación del mismo, puede obrar milagros a la hora de renovar un viejo mueble de madera maciza. El mismo procedimiento le podemos dar a un mueblo nuevo de los que se venden sin acabado en grandes superficies. No hay que asustarse, es muy fácil esta tarea y el resultado, como se puede apreciar en las imágenes que siguen es sencillamente espectacular.
Esta preciosa mesa de madera de estilo mediados de siglo XX es una maravilla. Y no hay más que comparar su aspecto actual con el que tenía cuando se adquirió en un mercadillo.
Aquí la tenemos, pintada en un horrible color marrón, gastada y llena de marcas y arañazos. Pero a pesar de todo salvable con un poco de trabajo y dedicación.
Materiales que precisarás:
La primera tarea, sea el mueble nuevo o viejo, es lijarlo bien para tener una base uniforme. El resultado será mejor cuanto más lisa sea la superficie. Si se tratará de un mueble muy viejo y maltratado, con marcas y arañazos profundos, deberemos usar imprimación para madera antes de aplicar el barniz.
Suponemos que ya tenemos el mueble preparado y listo para el barnizado. Los barnices con color deben removerse bien para que el colorante se distribuya uniformemente.
Aplicaremos unas pinceladas en la dirección de la veta de la madera y dejaremos reposar 5-15 minutos.
Pasado este tiempo retiramos el exceso de barniz con el trapo de algodón.
Conforme pintamos y vamos retirando el exceso de barniz nos iremos fijando en el tono que va tomando la madera.
Aplicaremos varias manos hasta conseguir la tonalidad que más nos guste. Hay que tener en cuenta que en cada mano se irá acumulando el tinte o colorante que lleva disuelto e irá tomando un tono más oscuro. Es aconsejable dejar secar bien, durante la noche por ejemplo, antes de dar una nueva mano de barniz.
Ya hemos conseguido el tono que deseamos y pasamos ahora a aplicar el barniz de poliuretano para conseguir un acabado brillante y aportar protección a la madera. El barniz de poliuretano debe removerse con cuidado para que no se formen burbujas de aire. Aplicaremos con cuidado el barniz de poliuretano, con el pincel bastante seco, con la misma finalidad, que no se formen burbujas de aire que pueden fastidiarnos todo el trabajo.
Dejaremos secar la primera capa de poliuretando y después aplicaremos una segunda. Por lo menos, para conseguir un acabado realmente profesional.
Entre capa y capa de poliuretano lijaremos ligeramente con papel de lija de grano fino, 180 o más. Repetimos el proceso hasta conseguir el acabado que más nos guste. Para mesas de comedor se aconseja aplicar entre 4 y 6 capas de poliuretano a fin de conseguir una buena protección de la madera.