Qué bonito es el color turquesa. Muy de primavera, muy de verano, y hasta bonito en el invierno porque así te recuerda al verano (siempre y cuando uno o una no sea muy fan del invierno).
Os presentamos el resultado de lacar o pintar un mueble viejo dandole vida con el
color turquesa. Un color arriesgado pero una restauración muy acertada!
El proceso para pintar un mueble es simple, el de siempre. Primero lijaremos bien el mueble, después le pasaremos un trapo húmedo para limpiarlo bien y dejarlo sin residuos de la madera, pintura, o laca anterior. Le damos las capas que necesitemos de esmalte blanco sobre la que luego pintaremos con el color deseado, o los colores, según como hayas pensado nuestro resultado final.
Ahí ya entra la imaginación de cada persona en juego. Pero si queremos lograr algo como lo de la foto, únicamente nos bastaremos del color turquesa con la gama que deseemos.
Los tiradores han sido pintados de blanco, usando la misma técnica. También hay que darles una capa inicial de imprimación blanca (multiusos o de metales). Al acabar le daremos un barniz para maderas (varias capas) o usaremos cera dada a mano para proteger nuestra creación y que duren años y años!
No es una belleza???