Como salida de un cuento, así es esta preciosa casita de madera edificada en Noruega. Construida en su totalidad en madera gracias al trabajo de la joven pareja que reside allí con sus hijos pequeños, sus principales colores son el blanco de su fachada general y el rosa pastel del tejado.
En el interior todo está amueblado en madera blanca, creando un espacio muy luminoso, acorde con la mejor tradición del estilo escandinavo. Aunque este ambiente va más en la línea de la decoración de las grandes casas de campo inglesas.
Aprovechando la luz natural que entra por sus amplias ventanas, los espacios interiores se bastan por sí mismos, sin necesidad de mucho artificio ni decoraciones añadidas. A la bella madera se le unen delicados detalles naturales (flores en jarrones o en centros de mesa) y toques industriales o vintage que decoran los distintos rincones de esta casita de un modo muy sencillo.
A la belleza de sus techos altos y sus paredes de tablones de madera se unen estos detalles donde podemos ver una construcción de atmósferas muy conseguida. Un cierto aire minimalista se encarga de reforzar esta sensación, como si nos hubiéramos trasladado realmente a otra época.
Los muebles de anticuario, los escalones de su genuina escalera de madera, los pequeños accesorios de cristal que decoran el mobiliario, el techo inclinado de su piso superior… son algunas de las características señas de identidad de esta increíble vivienda en la que se nota un gran amor por lo natural y por crear espacios delicados y llenos de romanticismo.
Fotos: boligpluss.no