Entre las distintas propuestas para llenar una vivienda de colorido, el lavanda se presenta como una opción de color muy interesante. No sólo porque es capaz de adaptarse a todo tipo de estilos, sino porque dentro de su gama puede evolucionar desde un tono más sutil y elegante a uno con matices más vivos.
Esa sutilidad de la que hablamos es la que se presenta en esta primera propuesta: estamos ante un color lavanda que se funde con el clasicismo de la estancia y añade, a su vez, sofisticación. El lavanda se mezcla con colores crema, beiges y el dorado de los accesorios para encontrar un punto de equilibrio que transmite mucha armonía al conjunto.
Hay mucha serenidad y belleza en este salón donde el lavanda constituye una excelente opción desde el tapiz de los sillones en los que reposa hasta en los adornos florales que decoran la mesa de centro.
En esta otra propuesta, el lavanda alcanza un volumen distinto, haciéndose más energénico al combinarse con colores tan electrizantes como el naranja del sofá. El clasicismo del estilo global se ve superado gracias a esta alegre combinación de colores que aporta al espacio tanta energía como dinamismo. Los estampados figurativos en lavanda juegan con mucha elegancia dentro de este ambiente.
Clásico o con un punto más vanguardista, ya vemos cómo el lavanda es un color de referencia para interioristas y decoradores, que aprovechan toda la sutileza de esta gama para crear atmósferas mucho más estilizadas.
Fotos: cococozy.com