Salones minimalistas en blanco y negro

El estilo minimalista sigue triunfando entre los amantes de la decoración. Esta tendencia continúa en auge y cada vez son más los que se apuntan a un concepto estético que prescinde de la acumulación de utensilios y huye de la sobrecarga cromática, apostando, como mucho, por uno o dos colores. Un estilo decorativo muy zen en el que predominan los objetos de diseño vanguardista, las líneas rectas y sobrias y los espacios siempre diáfanos.

El salón es el laboratorio de ideas para todo adepto a este estilo que se precie. Partiendo de la premisa que asegura que «menos es más», encontramos estos ejemplos de salones en blanco y negro, donde yin y yang, luz y oscuridad, se abren paso en los detalles más pequeños, reducidos a su mínima expresión.

Las paredes, ya estén pintadas de blanco o de negro, aparecen casi siempre desnudas; dos o tres láminas ornamentales parecen ser suficientes si queremos ceñirnos al canon de lo mínimo. El mobiliario debe ser rectangular. Las mesas bajas se acomodan sobre una alfombra del color contrario, para acentuar al máximo la dualidad decorativa. Los sofás amplios, en forma de L, y cojines, muchos cojines, a poder ser con estampado bicolor. Así crearemos un ambiente tan moderno como sofisticado y elegante. En cuanto a la iluminación, resaltaremos aún más el contraste con una buena iluminación, apostando por alguna lámpara de pie o, si se quiere, una lámpara colgante de techo, aunque la idea más efectiva sigue siendo la de colocar unos cuantos plafones. Podemos rematar el conjunto situando algún puff en un rinconcito íntimo.

Fotos: lacocinadebender.com ; akasamuebles.com ; biforis.com ; todoexpertos.com ; blog-decoracion.com.ar.

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