Estos salones modernos en gama de blancos aúnan clasicismo y contemporaneidad en uno. Por un lado, resultan clásicos por su sobriedad aparente; por el otro, suponen una propuesta revitalizante para todo espacio, proyectando brillo y elegancia.
Son espacios donde el blanco toma el protagonismo para, sin una aparente riqueza visual, crear estancias confortables y muy atractivas. Una apuesta diferente para quienes buscan un diseño moderno sin estridencias, pero con encanto.
Las tendencias más vanguardistas optan por salones monocromos, ya sea en blanco o en otras gamas. En esta ocasión, elegimos el blanco por la amplitud de espacio que sugiere, la claridad que aporta y la sugerencia que desprende en el mobiliario, siendo éste, como vemos, un mobiliario de última generación: líneas claras, geométricas, espacios voluminosos.
Una opción para conseguir algún matiz visual es llenar el espacio con algún pequeño aporte de color. El gris es una opción más, sugerente y moderna, camaleónica, pero tampoco están de más otras tonalidades en tonos fríos o en colores cálidos. Pinceladas mínimas en esta ocasión, eso sí.
También el blanco se amolda a otros estilos más eclécticos, no tan modernos, como propuestas clásicas donde imperan los muebles sobrios de toda la vida. Sólo necesitamos añadir luz natural para tener esos salones donde la vida moderna encuentra un oasis de relajación.
Fotos: blogimagen.com ; mobel6000.com