Uno de los segmentos que suele desgastarse con mayor facilidad es el suelo debido a los muebles y al intenso tránsito de las personas. Si quieres evitar tener que cambiar los cerámicos cada tantos años, lo mejor es usar resina epoxica, un material químico parecido a la silicona que incrementa el tiempo de vida de cualquier superficie.
Aunque la resina epóxica y el revestimiento de cocina parecieran ser la misma cosa, lo cierto es que, aunque tienen la misma finalidad, son muy diferentes. La confusión nace porque el componente principal de ambos es la resina epóxica, un polímero en estado líquido, transparente y similar a la silicona, que endurece con algunos aceleradores químicos y que se utiliza para cubrir pisos o paredes. Esto le agrega al suelo una capa gruesa transparente que permite ver el material con que está hecho el suelo, la textura y el color. Asimismo, incrementa el tiempo de vida de cualquier superficie ante la suciedad, alto tráfico y cambios de clima.
La aplicación de la pintura epóxica es igual a la de cualquier pintura. Consiste en aplicar una capa delgada de resina epóxica con aceleradores y tintes. No obstante, a pesar de las manos que le vayas dando no logrará pasar más allá de los 0.3mm de espesor, lo que hará que cualquier imperfección del suelo se perciba. Esto quieres decir que si estás buscando una superficie que quede completamente lisa, tendrás que realizar un emparejamiento y nivelación antes.
Ahora bien, si deseas mantener la terminación natural del material anterior, la pintura epóxica es la opción ideal. Además, protege el material y su costo es mucho menor que el del revestimiento. Otra ventaja de la pintura epóxica es su capa protectora que la hace útil para la cocina y el baño.
El revestimiento de resina es más consistente y puede llegar a tener unos 5mm de espesor, tras darle varias capas, lo que permite emparejar cualquier error de nivelación y cubrir cualquier imperfección. Esto hará que el piso que se trate con revestimiento de resina no necesite un tratamiento extra, por lo que el resultado es más liso y brilloso. Además, puede emplearse en todo tipo de terminaciones, desde hormigón hasta cerámicos. Sin embargo, en costo es mucho mayor a la pintura epóxica y puede valer hasta cinco veces más.
Si tienes superficies de material orgánico como la madera o el corcho y quieres mantener esa terminación, usa pintura epóxica para que se acentúen los relieves y las texturas gracias al brillo. Por otra parte, si solamente deseas añadirle una capa fina de protección al suelo, esta pintura es la ideal. También sirve para hormigones lisos, porcelanatos y cerámicos. En caso de que desees mantener la estética de un material rugoso, pero que, a su vez, se perciba una superficie lisa, brillosa y resistente, emplea el revestimiento de resina, pues su grosor dejará cualquier superficie brillante y prolija. Incluso incrementará la resistencia al calor, a la humedad y al tráfico constante.