Los objetos rústicos, aunque tu vivienda no sea una casa de campo, pueden renovar el estilo interior de ésta con su sola presencia, aportando nuevos matices a la decoración. Se trata de introducir elementos más personales cuya principal función, más que práctica, es decorativa.
Es el caso de este viejo baúl con un encanto vintage de muchísimo estilo. Como mesa decorativa o como un lugar para guardar antiguos recuerdos, este baúl contribuye a perfilar la decoración de este espacio aportando estilo y personalidad propia. También la escalera ofrece dinamismo y resulta muy decorativa, con un encanto especial de los objetos cotidianos vistos desde un punto de vista más insólito.
Esta cesta metálica habitual para las botellas de leche crea un nuevo concepto de los centros de mesa, con un aporte rústico tan original como definitivo.
La madera es el elemento más representativo del estilo rústico. Una pequeña ventana cerrada y enmarcada sobre la mesa de noche de este dormitorio ofrece un estilo rural de mucha peculiaridad.
El cabecero de troncos de este dormitorio tan auténticamente rústico también resultaría favorecedor en otro tipo de habitación. Añade presencia y calidez.
Una vez más, las escaleras, los techos con vigas y los suelos de madera entarimada recrean el aspecto más exclusivo de una habitación rústica al cien por cien. Un baúl ejerciendo de mesa y un espejo apoyado en la pared completan este cuadro rústico que invita a viajar en el tiempo.
También el jardín puede ser escenario para dar rienda suelta a nuestro amor por lo rústico. Viejas carretillas de madera hechas de troncos pueden ser un preciado objeto de jardinería decorativa.