Las sillas del comedor ¿cuántas compramos? ¿seis, ocho? ¿cuántas son necesarias y cuántas indispensables? Todas estas preguntas te vienen a la cabeza cuando estás amueblando el comedor porque te acabas de independizar o por el motivo que sea. Pero claro si necesitas una cantidad respetable de sillas, ocho en el ejemplo que traemos en este artículo, te tienes que gastar una buena cantidad de dinero o poner tu imaginación a trabajar. Aquí se optó por esto último y para mi gusto se dio con la clave: sillas compradas en mercadillos, tiendas de segunda mano… con la única exigencia de que las sillas estuvieran en perfecto estado de uso, es decir que todavía les quedase tiempo de uso y no se desmoronasen a las primeras de cambio.
Ya hemos hablado aquí en otras ocasiones de la tendencia actual de disponer sillas distintas, es algo muy moderno y cool. Pero en esta ocasión se ha dado un paso más y los distintos modelos de sillas adquiridos han sido unificados por el sencillo método de pintarlas del mismo color.
La elección recayó en un amarillo brillante que ya se había usado para otros muebles recuperados de la casa. Antes se les dio a las sillas una buena imprimación para que el color amarillo luzca con todo su poder.
Pintar ocho sillas no es poca cosa, así que si podemos implicar a algún colaborador tanto mejor, en esta ocasión varias sillas estaban tapizadas y hubo que sustituir el viejo tapizado por otro nuevo, usando la misma tela para las distintas sillas. Obviamente si nos ocurre algo similar habrá que unificar los tapizados.
Fotos: abeautifulmess.com