El gris es un color que va a tener gran relevancia esta temporada, al menos en lo que se refiere al diseño de interiores. Traemos aquí una serie de fotografías dedicadas a un apartamento situado en Estocolmo, Suecia, que es un claro ejemplo de esta tendencia de la que os estoy hablando.
La cocina abierta conecta con la sala de estar que sigue el mismo esquema de color. La mesa de centro es de piedra blanca jaspeada con diversos tonos de gris. Esta suave transición resulta de una gran elegancia, muy interesante y menos brusca que el clásico contraste blanco y negro. La alfombra también es gris con motivos más oscuros, casi negros que forman un buen contraste con la suavidad del sofá y la mesa.
El mueble metálico que guarda la vajilla y demás complementos en madera, cerámica y cristal queda muy bien rematado con una planta que aporta ese toque vital que tan bien combina con los muebles de look industrial.
La cocina es de muebles blancos y encimera gris oscuro. Presenta el frontal en gris claro como elemento de contraste y ruptura.
Los complementos decorativos siguen el mismo patrón en toda la casa. Una coordinación completa para un apartamento moderno decorado en estilo escandinavo.
En el dormitorio seguimos viendo la misma pauta con toda una gradación completa de tonos grises. La esparraguera situada en la ventana es la única nota de color. De hecho os habréis fijado que el único color que podemos encontrar fuera de la paleta general es el verde de las plantas.
En el recibidor la pared está pintada en la mitad inferior en gris oscuro y en la mitad superior en blanco. Es una forma sencilla de crear una zona de contraste y de ir marcando el camino que veremos en el resto de la vivienda. La silla con la piel blanca es un agradable complemento que suaviza bastante ese exceso de grises.
Fotos: myscandinavianhome.blogspot.com