Una de las zonas de la casa a la que, en cuanto a decoración se refiere, menos atención se suele prestar es la zona del lavadero. De forma tradicional este es el lugar destinado a la lavadora, la secadora o el tendedero, es decir, a las tareas propias de «hacer la colada». Sin embargo, como hemos visto en otros artículos, éste no deja de ser un espacio al que se le puede sacar mucho partido para tenerlo también bonito. Una de las formas de no dejarlo aparte es integrando este espacio en el interior de la propia cocina.
Las siguientes propuestas integran la zona propia de la colada en la cocina, como vamos a ir viendo. Lo imprescindible en este caso será tener un armario cerca para guardar productos de limpieza.
Dependiendo de la vivienda en sí, la parte dedicada al lavadero no tiene por qué estar separada del resto de la casa, sino que puede ir perfectamente integrada en la cocina. Otras viviendas, por ejemplo, incluyen el lavadero en el interior del cuarto de baño, aunque, por motivos de seguridad, no suele ser conveniente tener electrodomésticos junto a la bañera. Por el contrario, un lavadero en la cocina no desentona y se puede integrar muy bien junto al resto de electrodomésticos que conforman nuestro espacio para cocinar.
Una solución básica para ahorrar espacio es aprovechar, si se tiene una buena alacena, parte de ese hueco para guardar prendas como toallas, por ejemplo, o utensilios propios para la colada: detergente, suavizante, pinzas para la ropa, etc.
Ya es muy habitual encontrarse con la lavadora debajo del fregadero, ubicada junto al lavavajillas. Como decimos, en muchas viviendas modernas suele ser esta la disposición habitual, mientras en otras el lavadero cuenta con cuarto propio, lo que también permite establecer un espacio propio para estas cuestiones de forma muy práctica como la que muestran las imágenes.
Fotos: poetichome.com
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