No hemos de renunciar al estilo y el buen gusto sólo porque celebremos el Halloween. Podemos decorar nuestra casa para estas fechas de una manera menos colorista de lo que ha venido siendo habitual. El blanco y el negro, esos básicos tan sufridos también sirven para realizar hermosas decoraciones de Halloween. Al fin y al cabo muchas de los elementos típicos de esta fiesta son de color negro o blanco, arañas, gatos, cuervos y el blanco terrorífico de los esqueletos.
Estas fundas en cuero negro de imitación decoradas con motivos plateados son adecuadas para cualquier estilo decorativo. Seguro que quedan bien en cualquier sofá, sin dañarnos la vista con estridentes colores.
Calabazas pintadas en blanco y negro, lentejuelas y pedrería. Un cuervo por aquí, una araña plateada por allá y nuestra casa quedará terroríficamente decorada para la noche de Halloween. Asustará pero con estilo y sin empalagosos colores anaranjados.
El esqueleto ataviado con sus mejores galas preside, desde este sillón clásico tapizado en negro, la recepción y da la bienvenida a todos los invitados. En la lámpara, los que se han invitado solos, deambulan libremente oteando la fiesta desde las alturas.
Con pedrería, cuentas en colores blanco, negro y plata, más algunos «lindos animalitos» y podemos conseguir que nuestros invitados se sientan un tanto intimidados.
Unos bonitos candelabros decorados para la ocasión darán una iluminación más tétrica a la estancia donde recibamos a nuestros invitados. Papel decorado con motivos en negro y pedrería en distintos tamaños para crear motivos como la araña darán a nuestros candelabros un glamour espeluznante.
Fotos: bhg.com