Un hotel en Berlín con mucha historia Artículo Publicado el 07.06.2013 por Javi
El edificio neoclásico que ahora alberga al hotel Das Stue fue diseñado por el arquitecto Johann Emil Schaudt (1871-1957) en los década de los años 30 del siglo pasado. La elegancia de la obra se caracteriza por su fachada convexa, siguiendo el arco de la avenida. En aquellos años albergó la embajada de Dinamarca, después tras la Segunda Guerra Mundial se usó como consulado y residencia de los militares daneses enviados en representación diplomática a Alemania. Entre 1978 y 1987 el edificio estuvo sin uso y posteriormente fue usado primero por el Deutsche Post y después por Deutsche Telekom como academia para ejecutivos.
El viejo edificio ha sido totalmente renovado y ampliado con una extensión detrás del edificio principal, diseñada por el arquitecto de Potsdam Axthelm Annette que completa la impresionante fusión entre lo antiguo y lo nuevo. La extensión en el patio trasero se ha diseñado con una superficie de hormigón innovadora cubierta con un patrón de flores histórico, ofreciendo un contrapunto elegante a la fachada de piedra áspera de la estructura principal.
Patricia Urquiola ha dirigido la decoración del hotel y como ella dice «Cuando visité por primera vez Das Stue, me llamaron la atención las avestruces del zoo y encontré este ambiente excepcional. Tuve la visión de una casa de lujo en la mente que combina la antigua arquitectura neoclásica con la contemporánea.
Patricia Urquiola juega con los patrones del suelo de parquet y materiales naturales, como la madera y el cobre, la combinación de estos con un sutil estilo retro y coloridas alfombras para mejorar el estado de ánimo. Ella mima a los huéspedes con una colección de sillas, sofás y cojines colocados con el fin de crear un ambiente acogedor, con lo que invitar a los huéspedes a quedarse un poco más.
Las habitaciones de los huéspedes están diseñadas con un estilo moderno de líneas rectas, los grandes ventanales ofrecen una rica iluminación. La calidez de los suelos de madera y la combinación de colores cálidos hacen que las habitaciones resulten muy naturales y acogedoras.
En la zona del comedor del restaurante se han usado materiales de gran calidad para crear un ambiente de lujo comedido frente al zoo de Berlín. En el área conectada a la «cocina en vivo», los huéspedes pueden sentarse debajo de una escultura hecha con ollas de cobre. Ella dice: «Esta extraordinaria ubicación ofrece a los huéspedes la sensación de estar sentados en una despensa sofisticada.» En contraste a esto el comedor dispone durante el día de grandes ventanales que inundan la sala con luz natural, colores radiantes y un diseño llamativo.
Y las comodidades tipo spa no pueden faltar en un hotel de lujo como es el Das Stue, piscina interior y sauna para que los huéspedes puedan relajarse tras un duro día de recorrido turístico de la gran ciudad de Berlín.
Fotos: homedsgn.com