Antes los colores como el gris y el beige parecían colores neutros propios de construcciones institucionales, hospitales y colegios por ejemplo. No parecían aptos para decorar un hogar. En cambio ahora se han vuelto imprescindibles para muchos decoradores. El gris en todos sus matices se está usando mucho para la decoración, es un color neutro que admite una gran variedad de tonos.
Una habitación decorada en varios tonos de gris resulta muy adecuada para el relax y el descanso. Además es un color muy elegante y aporta un toque de clase y distinción a cualquier decoración.
En este comedor el gris actúa como telón de fondo, claro en las paredes y más fuerte para las cortinas. Combina perfectamente con las molduras blancas y la barandilla de la escalera negra. El suelo de madera oscura, las sillas blancas y de aire clásico junto al fondo gris transmiten sofisticación y estilo.
El gris cuando se mezcla con lavanda, rosa o amarillo se transforma en un color «femenino» que puede revestir las paredes de cualquier dormitorio. La verdad es que cualquier color puede tener un tono gris o al contrario el gris se puede enriquecer con cualquier otro color.
El gris con tonos de otros colores es perfecto para las habitaciones, quedan ambientes muy suaves, tranquilos y relajantes. Justo lo que hay que buscar siempre en los dormitorios.
En esta sala de estar se puede apreciar lo bien que combina el gris con colores vivos como el verde, también con el coral, el azul y el turquesa que aportan una nota alegre y viva al color neutro de moda.
Fotos: decoist.com