Fusionar arquitectura y naturaleza, y hacerlo de un modo sostenible y respetando el entorno, es un concepto que aplican en la actualidad numerosos estudios de arquitectura. Así es en el caso de esta casa de madera natural situada en Pohutukawa, Nueva Zelanda, y diseñada por Herbst Architects.
Ya desde el exterior podemos comprobar cómo la casa se alza en mitad de un precioso lugar repleto de árboles autóctonos conocidos como pohutukawa, gracias a los cuales se disfruta de mayor intimidad.
La vivienda, tal y como vemos, es un espacio amplio de varias alturas y muros de cristal. Hay un tejado de vigas de madera, terraza, un salón amplísimo y un sentido de la decoración rendido por completo a la naturaleza.
El interior está entregado a la voluminosidad de los espacios, la altura de los techos y al naturalismo de sus muros de carga y de otros elementos. La idea es que desde cualquier rincón de la casa se pueda disfrutar de la luz natural y tengamos la sensación, también, de estar dentro de una casa en el árbol. Una casa bastante grande, eso sí.
Sus espacios están concebidos para el disfrute de un estilo rústico-retro, sencillo y muy fresco. Hay también elementos decorativos más contemporáneos, dando un estilo final más ecléctico, quizá un tanto extravagante, pero llamativo. Los tonos de los muebles y de otros accesorios se acercan a los tonos tierra, una elección que consigue fusionar exterior e interior de la vivienda con mucha armonía.
En definitiva, una casa que llama la atención por su atrevido uso de los espacios, conectando de una manera increíble los espacios interiores con el entorno natural que la rodea, y dando prioridad a las alturas.
Fotos: herbstarchitects.co.nz