En medio de la llanura blanca apenas se vislumbra esta casa que se mimetiza en el entorno, aunque en realidad más bien parece minimizarse. Es tan grande el espacio vacío a su alrededor que la casa se difumina en el terreno. El diseño de esta curiosa y original casa fue encargado a los arquitectos polacos del estudio de arquitectura Moomoo.
La casa, un rectángulo de líneas puras, aparece enmedio de la blancura como si fuera el periscopio de un submarino surcando el helado mar ártico.
La casa de una pureza de líneas aterradora encaja a la perfección con las líneas rectas del paisaje. Las paredes de la casa están realizadas con cristal y el contraste dentro/fuera queda casi anulado.
El interior de la casa también está trazado con líneas rectas. La madera de abedul usada para revestir el suelo y algún tramo de pared aporta un leve toque de color y calidez al interior de la casa. Hay un precioso juego de volúmenes en el espacio de la planta inferior, grandes tabiques separan las distintas zonas, comedor y sala de estar. La vista desde cualquier lugar de la casa se pierde en el infinito que la rodea. Las cristaleras se pueden correr en verano y convertirse toda la casa en una gran terraza, donde el dentro y el fuera rompen su significado.
La casa diseñada por los arquitectos de Moomoo es pura poesía, un bloque blanco flotando sobre un mar blanco y arriba, en el cielo, las nubes blancas cubren con dramatismo la escena. El sentimiento poético no es óbice para percatarse de que esta casa es la de una gente fuerte, muy fuerte, capaz de vivir en esta inmensidad blanca.
Fotos: morfae.com