Bajo el techo de una coqueta casa localizada en Alemania se encuentra esta maravillosa cocina en tonos turquesas. Pequeña, pero sumamente acogedora, en ella encontramos detalles tan cuidados que, miremos donde miremos, seguro que nos conquista.
Las paredes lucen este bonito color azul turquesa, combinado con blanco, lo que aporta mucha luminosidad. Es un espacio con forma cuadrada, muy bien aprovechado y equipado. A un lado tenemos un fregadero y los muebles de cocina típicos; al otro, una mini-barra para el desayuno, con sillitas retro de color blanco.
Las paredes están cubiertas de estanterías abiertas que permiten disponer de la vajilla, los libros de cocina y los ingredientes más básicos de un modo así de organizado.
A un lado tenemos también una pequeña ventana por la que entra una bonita luz natural; es el lugar ideal para situar unas cuantas macetas con plantas que aporten aún mayor belleza a este ambiente.
Los accesorios que pueblan esta fascinante cocina son en su mayoría de color azul, con aportaciones en color verde y en marrón, a juego con los muebles. Además, un detalle que tampoco se nos pasa por alto es la colección de dibujos infantiles que decoran las paredes, y que le da un encanto único a este entorno.
Fotos: giesendesign.com