La cocina es un espacio muy importante en la vida familiar, las personas acabamos haciendo más vida en la cocina de la que en principio podríamos prever. Cuando cuenta con suficiente espacio la verdad es que se convierte en el verdadero espacio de social de la casa. En estas circunstancias es importante ir adaptando la cocina a las nuevas necesidades familiares.
Es el caso de esta cocina de la que vamos a ver una interesante transformación, en principio con los hijos pequeños cubría sus necesidades específicas pero al crecer éstos los propietarios se ven obligados a adaptar y modernizar la cocina. No se trata de una gran obra sino básicamente del cambio de los viejos muebles y del suelo más una pequeña obra al derribar una pared y crear una cocina más grande y abierta.
Como se puede apreciar en los planos, arriba el de la distribución original y abajo la nueva distribución, el cambio es mínimo en cuanto a la forma de la cocina. Simplemente se ha añadido el pequeño recibidor derribando la pared que cerraba la cocina.
El resto de la renovación recae sobre los nuevos muebles y electrodomésticos, más modernos y eficaces. Los niños han crecido y ya son jóvenes adultos, el aspecto de la cocina es más serio y actual.
Se puede, con la ampliación crear un pequeño espacio para uso como escritorio de los jóvenes. Así se puede continuar la tradición familiar de usar la cocina como espacio social. Un lugar donde reunirse para preparar las comidas en que la familia se reúne al completo y al mismo tiempo permitir ese contacto con los hijos que a veces se hecha mucho en falta.
Fotos: bhg.com